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2 de mayo de 2016

EL GOBIERNO INTENTÓ EXPLICAR POR QUÉ LA NAFTA AUMENTA PESE A LA BAJA DEL PETRÓLEO

  •   Por El Despertador
           

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, se refirió a la suba que rige desde el 1 de mayo y que generó airadas quejas de los consumidores.

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La pregunta se repite cada vez que se anuncia un aumento del precio de los combustibles: ¿por qué sube la nafta, si el petróleo baja en todo el mundo? Para aclarar el tema, el Gobierno salió a intentar dar una respuesta.

El encargado fue Juan José Aranguren, quien primero señaló que el 10 % de aumento que se aplicó en las últimas horas tiene que ver con la devaluación del peso: «Esto es para ir reflejando en forma gradual el impacto que tuvo en el petróleo la corrección cambiaria que se dio a partir de la salida del cepo: antes el dólar estaba a $ 9,68 y en lo que va del año tiene un promedio de $ 14,50».

Con esos datos, el ministro de Energía explicó que aunque el precio del petróleo crudo «bajó un 10 % en dólares», la realidad es que «el tipo de cambio subió un 50 % en pesos, lo que da un incremento para el precio del 35 %». Eso es lo que se ha ido aplicando de manera progresiva, argumentó el funcionario.

«En lugar de realizar un aumento por única vez en forma de shock, lo que se hizo fue aplicar aumentos parciales: 6 % en enero, 6 % en marzo, 6 % en abril y 10 % en mayo», repasó Aranguren, que para hacer una cuenta final sumó una pequeña corrección que hizo la administración anterior: «Todo da un acumulado del 31 %, que va en línea con el incremento del 35 % que tuvo el costo de la materia prima».

 

La guerra de las equivlalencias

En diálogo con una radio porteña, el ministro rechazó las comparaciones que marcan la incongruencia entre el incremento del precio de la nafta a nivel local y la baja del valor del petróleo en el mundo.

«En el pasado, cuando el petróleo subió mucho, en la Argentina tuvimos precios muy bajos que desincentivaron la inversión y provocaron que hoy importemos electricidad, gas petróleo y combustibles derivados», recordó a modo de pase de factura para la administración anterior.

Aranguren también desestimó las equivalencias que semanalmente pueden leerse en los medios de comunicación, en las que se expone que en la Argentina el combustible es más caro que en la mayoría de los países.

«Eso no es válido porque hay un elemento importante (que incide) en el precio final: los impuestos», aclaró Aranguren, quien explicó que la comparación correcta sería mostrar el costo sin las cargas tributarias.

«En Argentina el componente impositivo ronda entre el 38 y el 47 %, dependiendo el producto; mientras que en otros países como los Estados Unidos tiene un 12 %», precisó para marcar el peso que tiene en el precio de los combustibles la carga impositiva. Esa política fue modificada por el kirchnerismo en 2005, señaló el representante del oficialismo.

Finalmente, para intentar llevar algo de tranquilidad, el funcionario prometió que la administración macrista planea impulsar una corrección importante para que estos aumentos constantes no se repitan a largo plazo. «Vamos a proponer en el Congreso un cambio en la política impositiva de los combustibles, para amortiguar oscilaciones bruscas en el precio de los hidrocarburos».


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