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Locales

8 de noviembre de 2016

José Raúl “Rulo” Guardia, de La Asunción

  •   Por Alfredo Garcia
           

En este tejido de “historias de vida”, que fui acumulando, también he realizado un apartado para un importante protagonista hacedor del secano lavallino, quien cumplirá sus 70 años en días más.  Se trata de José Raúl “Rulo” Guardia, de La Asunción,  una  comunidad que conserva intacta su raíz huarpe, lo que aquí se muestra con orgullo

Para aseverar tal referencia, recuerdo que tuve el honor de iniciar contacto con este lugar y su gente, cuando aún era un pueblo casi incomunicado. De eso ya pasaron más de 40 años. Fue en agosto de 1975. El acceso era a través de un medanoso camino que ingresaba por el Oeste, entre el edificio escolar de reciente construcción y la vivienda de Raúl Guardia.

Al otro extremo del pueblo residía Agustín Guardia, en ese tiempo movilizador de las actividades que destacaban allí, había llegado al pueblo en 1940, instalando. un almacén, además de una “posta” que servía para un descanso y reponer los animales. Para eso estaba el sector de corrales, con la posibilidad de contar con agua y forraje para los caballos.

Fue su hijo José Raúl, quien heredo ese liderazgo zonal de tales acciones, a la vez que se fue erigiendo en un especial referente, conocedor de las costumbres, como también de cada huella y senda que atraviesa esa geografía.

 “Rulo” para todos

“Rulo” Guardia, como todos lo conocemos, cuenta con orgullo, ser hijo de don Agustín y de Honorata Fernández Guakinchay, hija a su vez de  Eulogia Guakinchay,  bisnieta del cacique Guakinchay. De esa unión-consolidada en 1943, Nacieron: Rosa Elba (1943) y José Raúl ( el 14 de Noviembre del 46´).

También tiene presente que hasta la década del 50´en el pueblo habían pocas familias, a la vez que rememora el inicio agrícola de la zona cuando “..por el 62 o 63 llegó por acá  Julio Miguel Stabio, al comprar en un remate del  Bco Nación, 2.400 has.de tierra, donde plantó  60 has de parral, emprendimiento que dio trabajo a gente del lugar. Y esta empresa, para facilitar el acceso a la zona,  abrió una huella desde calle Rodríguez, en El Quince.

También armó un horno en el que se fueron realizando los ladrillos para construir dos casas y un galpón  para la finca, la capilla nueva, el local para que funcionara un centro de salud y el inmueble de la escuela. Obras que también dieron trabajo a mucha gente de La Asunción”.

“ Los restantes materiales, hierro, áridos y cemento los trajimos de Mendoza;  de la empresa Yudica, de Villa Hipódromo ( Godoy Cruz). El traslado lo hicimos en sin cobrar fletes, ya que el deseo de mi padre era contribuir en lo que fuera progreso para el pueblo. La empresa sí nos aportaba el combustible necesario”.

Pista de aterrizaje

Siguió la pista de aterrizaje que sirvió para que por un prolongado tiempo llegara el avión sanitario de la provincia

Conocedor de senderos, huellas y de los sitios más variados del ámbito desértico, lo erigió a “Rulo” en reconocido guía. Una de las instancias más significativas fue su actividad como baqueno en la realización de la Ruta Nacional 142.

Su aporte ha estado además en la construcción de la escuela y capilla de El Retiro y la capillita destinada a honrar a Patrón Santiago.

En mi opinión, Raúl Guardia, quien también fue presidente de la comunidad huarpe Paula Guaquinchay, ha sido un importante protagonista en el crecimiento del lugar. Y tiene un sinfín de anécdotas vividas. Un diálogo con él puede ser más o menos extenso, pero imposiblemente breve, si uno quiere conocer de La Asunción

Similar es la cordialidad que se puede encontrar en su esposa Ester Argentina Alvarado y en sus hijos Laura , Raúl y María.

 

 


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