Se suponía que el presidente Mauricio Macri venía a Lavalle a inaugurar una obra. ¿Una obra en Lavalle, se preguntaban algunos amigos y no tantos.

Así, la primera versión en correrse fue un mensajito por sms, el lunes, de unos jóvenes que decían: “che sabés algo de que Macri viene a Lavalle?”, pará ya te averiguo le contesta el sms del otro lado del teléfono, y éste le pregunta a un alto referente de la UCR lo mismo, “che sabés si viene Macri a Lavalle”, “ni idea” del otro lado del teléfono, pero “ya te averiguo”, y al otro día, “y qué supiste”, “dicen que viene a inaugurar la fibra óptica”. Así, todo el día buscando otras fuentes, que tenían poca o nula idea, hasta que una llamada del periodista, “que sabés de que el presi viene a inaugurar la fibra óptica?”, “si venía”, dice del otro lado una voz oficial, “pero ya no viene nada”, ¿por? “parece que se dieron cuenta de que la obra ya estaba inaugurada, dijeron que iba a venir un helicóptero al poli, o mejor dicho adonde está la escuelita, que es donde se iba a realizar la inauguración, pero decidieron no venir”. “Y la muni, por qué no invitó al acto?”, “porque nunca fuimos invitados, nadie sabía nada hasta hoy (por el martes a la noche).

Lo cierto es, que Lavalle se perdió de ver por segunda vez en su historia, a un presidente (el primero había sido el doctor Alfonsín que había venido a inaugurar el hospital Sícoli). Claro, la diferencia era sencilla: el primero inauguraba una obra recién hecha por su gestión, el segundo casi viene a “inaugurar una obra ya hecha”. Pequeña diferencia.