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El diario del Oasis Norte de Mendoza

Locales

16 de junio de 2017

Dimes y diretes de la política lavallina

  •   Por El Despertador
           

“Esta vez yo no soy culpable de nada”, dijo el editor de El Despertador, cansado de explicar que el zorro del desierto es Rommel y no el tipito que con un olfato descomunal siempre bien parado en Lavalle. De hecho no tiene ni idea de a quien se refieren, los dimes y diretes que a continuación se promulgan, es todo obra y arte del colega Damelio.

El partido y la Coca

«Estás en condiciones de afirmar que va a haber internas en la UCR de Lavalle», dijo un radical. Dijo también que estaban hartos del «estilo Cornejo» que deja fuera del partido a quien no le pasa la pelota, porque la pelota es suya.

Un amigo del dueño de la pelota saltó (saltó en serio porque es bajito) a defenderlo: «el diálogo depende de si la conducción lo ve conveniente» y exclamó también «acá no hay unilateralidad» y que no se discuta.

El primer radical también me recordó algo que muchos ya saben, y es que hay otro radical que era muy amigo de Cornejo y que rompió su chanchito para poner toda la plata en comprar una Coca para todos. Pero que al momento de repartir la gaseosa no le dejaron ni el poquito baboso que queda en el fondo de la botella. Entonces se enojó, y más que ya ni le atiende el teléfono su amigo.

Los disfraces de gorila

En eso vino un peronista y me comentó que siempre le gustaron las fiestas de disfraces y que por eso hubo un tiempo que se disfrazaba de menemista, otro de massista, por un tiempo de kirchnerista (aunque ese medio le incomodaba) y ahora prefiere ser más como es él. Pero, como lo han asignado de anfitrión de la fiesta, quiere que todos sean como él o que salgan del salón…

En eso, otro peronista vino medio enojado con los grupos de ambientalistas ya que se quejan por las malas condiciones del zoológico pero que es mentira. Lo dijo porque hace poco fue al Senado provincial a poner las quejas por lo caro del boleto de micro en Lavalle y se encontró con que en la comisión de Transporte estaba llena de gorilas. «¡Increíble, tanto protestaron los de Greenpeace que ahora los gorilas tienen bancas» «Eso sí -aclaró- se ponen agresivos cuando les decís que a un obrero rural se le hace muy difícil mandar a sus hijos a la escuela por lo que sale el transporte público, pero al menos los gorilas están a salvo».


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