El próximo miércoles 2 de mayo asumen los y las nuevas concejales y concejalas en nuestro departamento, elegidos en las legislativas del año pasado. Son 5 las bancas que se renuevan y los otros 5 ediles continúan su mandato por 2 años más.
Sobre nuevas y nuevos hablaremos en nuestra próxima edición, ahora centraremos nuestra atención en quienes, luego de 4 años de gestión, dejan su lugar a otros y otras, aunque no es el caso de todos. Quienes abandonan sus bancas son: Gerardo Lucania, Natalia Herrera y Gustavo Ortíz por el Justicialismo, y Luis Cichinelli y Lucas Luppo por la Unión Cívica Radical.
Aunque, como decíamos más arriba, no todos se van. El caso de Luppo tiene la particularidad de haber sido reelecto en su cargo, y continuar durante otros 4 años al frente de su banca. Es además, en la actualidad, el Vicepresidente del Concejo Deliberante.
A lo largo de estos 4 años, cada uno de los salientes fueron recorriendo un camino en la gestión, que, de alguna manera determina un perfil de funcionario o funcionaria pública. Intentaremos seguir ese recorrido.
Ha sido una ardua tarea identificar la labor de cada uno de los concejales justicialistas, ya que los proyectos siempre han sido presentados como Bloque «María Eva Duarte de Perón» y por lo tanto, de manera colectiva, por lo cual la autoría de cada uno de ellos se diluye en esta figura, no pudiendo identificar de quién salió la iniciativa y quién trabajó por ella. A algunos referentes, a quienes consultamos, compararon esta forma con los trabajos grupales escolares donde algunos trabajan y todos firman …
En general el bloque Justicialista ha tenido iniciativas de las más variadas, y como vienen teniendo una mayoría cómoda (7 a 3) los proyectos se han aprobado con facilidad. Las temáticas han sido muy diversas: tránsito, ordenamiento territorial, ambientales, educativas, tributarias, igualdad de género, mascotas, publicidad, productivas y salud. Y diversos pedidos de informes y reuniones a otras instituciones en muchos de estos mismos tópicos. Pero como decíamos es difícil diferenciar, como balance de gestión, la labor de cada uno de los concejales salientes, incluso, de los que siguen en carrera. Cabe destacar, por su exposición pública, a Natalia Herrera como mentora de la iniciativa «Deliberando en la Escuela», proyecto por el cual diferentes instituciones educativas del departamento concursan con proyectos ambientales y sociales para la comunidad. Por su parte, el concejal Ortiz fue promotor del proyecto de Tenencia responsable de mascotas. En el caso de Lucania, protagonizó un proyecto para incluir juegos lúdicos e integradores en espacios verdes del departamento.
Una de los indicios para darse una idea de las áreas en que los y las concejales se sienten más a gusto o promueven es ver qué comisiones encabezan o secundan. Herrera preside, desde el 2016, la Comisión de Obras Públicas, Transporte y Ambiente. Por su parte, Gerardo Lucania fue Secretario de la Comisión de Cultura, Educación, Salud, Deporte y Género, y es reconocido por sus compañeros y compañeras como un promotor de las temáticas deportivas en el legislativo departamental. Finalmente Gustavo Ortiz presidió la Comisión de Hacienda y Presupuesto en estos años.
En el caso de los radicales salientes, la situación es diferente, ya que cada uno individualmente ha tenido iniciativas y proyectos que han presentado de forma particular. En el caso del ya mencionado, y reelecto, Luppo, las temáticas que desarrolló fueron: residuos, luminarias y señalización, tránsito, vivero y arbolado, y varias declaraciones de interés. Los proyectos de ordenanza y resolución presentados por Luppo, no fueron todos aprobados, por cuestiones obvias del juego de la democracia. Varios son los pedidos de informe presentados por el presidente del bloque radical en su gestión, sobre todo apuntados al control del ejecutivo departamental. Del 2016 a esta parte, Luppo presidió la Comisión de Seguridad, Actividades Económicas y Asuntos Varios.
El del radical Luis Cichinelli es un caso particular. Su participación en las comisiones, de las cuales no tiene un cargo de conducción (no preside, ni es secretario de ninguna) llega escasamente al 10% del total de asistencia, según los registros oficiales de Concejo. El resto de los ediles salientes tienen una asistencia casi perfecta en las comisiones. Sólo 2 proyectos de ordenanza fueron iniciativa del ex candidato a intendente: la colocación de nombre a una plazoleta de Costa de Araujo, que fue aprobado, y la propuesta de cambio de sentido de una calle en ese mismo distrito -el suyo- que fue desaconsejado por el ejecutivo y el proyecto fue archivado. Suma además una declaración de interés y un proyecto de resolución en el que sugiere el nombre a una escuela secundaria.
Todos los concejales cuentan con un fondo para colaborar, y «hacer política», con proyectos sociales, educativos y deportivos, además de la posibilidad de becar a estudiantes. En el 2017 ese monto fue de 20.000 pesos al año por cada uno y una de los ediles. Medallas y material didáctico para escuelas, ayuda deportiva a clubes e insumos productivos para grupos sociales son algunas de las iniciativas para este dinero. Además de dar algunas becas. Nada que destacar en este aspecto, ya que se reparte poca plata entre muchas personas e instituciones.
A partir del miércoles el Honorable Concejo Deliberante de Lavalle cambia de escenario. Los y las que se van quizás dejen alguna huella en la crónica legislativa de nuestro departamento. Otros a lo mejor no. Como dice el dicho: «la historia los juzgará».
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