A través del periódico El Despertador quiero dirigirme a la comunidad de Lavalle, con el sencillo motivo de agradecer.

Agradecer a todos los que estuvieron cerca de mí en estos momentos tan dolorosos que me han tocado vivir, junto a un grupo de padres y madres durante la semana pasada.

No puedo dejar de empezar por mis dos hermanos, Gerardo y Fabián con los cuales nacimos y nos criamos en El Chilcal y que fueron incondicionales en esta tragedia. Por supuesto a mis tíos Vicente y Felipe y a toda mi familia en particular.

Quiero reconocer todo lo hecho por el intendente municipal Roberto Righi, que no dejó nunca de hacer las gestiones para poder viajar y traer los restos de mi querido hijo Jeremías.

A todo el municipio, a Ana Menconi, Iris Dibattista, Susana Fernández y Edgardo Gonzalez que se comprometieron con el corazón.

También a Marcela Montenegro que se preocupó por mí. A Jorge y Quiti Mangione que velaron todo el tiempo por mi hijo.

Se que me puedo olvidar de muchas personas, y pediré perdón las veces que sea necesario, pero no quería dejar pasar la oportunidad y mencionar a todos los que pudiera hacerlo.

Gracias a la gente que tuvo la empatía con todos esos chicos que vivieron una tremenda tragedia. A la gente que colaboró en la plaza, a José Blanco, que es un amigo del alma.

A Rubén Canselmo que le transmitió los valores sobre el futbol y a Eduardo Masoero.

Desearía tener millones de palabras para toda la comunidad de Lavalle que me ha y nos ha acompañado en este momento tan terrible, y sólo me viene una a la mente: gracias.

Marcelo Lucania