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26 de mayo de 2020

Claudio Díaz: «queremos la terminación del Tupac Amaru»

  •   Por Franco D´Amelio
           

La cuarentena obligatoria ha puesto sobre el tapete realidades comúnmente invisibilizadas por los gobiernos independientemente de su color político. Una de ellas es el déficit habitacional con el que cuenta el país y del cual Mendoza, y también Lavalle, son parte.

Lamentablemente por razones de agenda no pudimos dialogar con María Marta Ontanilla, presidenta del Instituto Provincial de la Vivienda, sobre este y otros temas. Pero una fuente de la institución pública comentó: “sobre déficit habitacional, no tenemos datos del IPV, los números son los que están publicados son los censales, de hecho, este año debería haber un censo para tener datos actualizados”.

Sin embargo, en Lavalle parece haber más precisiones. Claudio Díaz, director de Desarrollo Territorial y Hábitat explicó que en el departamento: “… hay un déficit de 3.000 viviendas…y eso hace que acá el tema habitacional sea un gran problema, que no es sólo acá sino en el país y Mendoza”.


 

Tensiones y cruces entre vecinos, municipio y el IPV por las casas del Tupac


ED: ¿Aumentan los riesgos de esta situación frente a la cuarentena por la pandemia?
CD: “Sin duda, tenemos usurpación de terrenos municipales, y tiene que ver con la pandemia porque el año pasado esto no pasaba y la situación habitacional no era muy distinta a la actual. Mi percepción es que aumenta la demanda con la cuarentena por el hacinamiento”.

ED: Más allá de que falten viviendas, ¿existe una cobertura total de los servicios básicos?
CD: “No alcanzamos a hacer frente a los servicios de urbanización, en los últimos años hemos estado sosteniendo, acompañando a algunas entidades con la electricidad, pero hoy es imposible. Por ejemplo, si una unión vecinal construyó 40 casas, la obra de luz cuesta 7 millones de pesos.
Además, venimos con una problemática de que en los últimos 5 años no ha habido muchos fondos nacionales ni provinciales para hacerle frente a esta situación… sin fondos de la Provincia se hace muy difícil”.

ED: ¿Cómo se está trabajando desde el Municipio para que la falta de agua no sea un catalizador de enfermedades?
CD: “Hemos detectado varios pozos y estamos viendo la posibilidad de potabilizar agua, tenemos el problema del arsénico, que -dependiendo de los niveles- es apto o no.
A las entidades que lo han solicitado, el Municipio les ha hecho la mayoría de la obra de agua, nosotros ponemos la mano de obra y los vecinos los materiales.

El capricho contra los vecinos

Luego de que en 2017 la justicia interviniera a la organización Tupac Amaru, sus barrios lavallinos que estaban en proceso quedaron varados y con ellos los futuros propietarios. El IPV tomó la posta y adjudicó las obras a contratistas, pero después de idas y vueltas, las familias aún esperan.

El año pasado este medio hizo varias coberturas siguiendo el tema que, en un momento, se convirtió en un ping pong de acusaciones entre Municipio-Provincia donde los vecinos eran la pelota.

Lavalle decía que las demoras eran del IPV y éste que el departamento no enviaba la carpeta técnica para empezar. A su vez, el Instituto reconocía que faltaban presupuestos de las empresas por obras “extra” que surgieron en el camino por el mal estado de las construcciones.

Sobre este tema le consultamos a Díaz, quien explicó: “la gestión anterior del IPV parecía haberse encaprichado con que los barrios de la Tupac Amaru no se podían terminar… para licitar vos ya tenés que tener el dinero adjudicado…pero el año pasado dijo que a las casas había que hacerles una malla y un trabajo con hormigón y eso encarecía la obra en un 40%, lo cual nos pareció una barbaridad…el Municipio contrató un perito y éste dijo que no era necesario ese trabajo, sino que presentó una propuesta mucho más económica…Queremos la terminación del Tupac Amaru”

El director municipal afirmó que con la nueva gestión tuvieron reuniones en enero, febrero y marzo, a quienes les acercaron esta nueva propuesta y ellos se comprometieron a analizarla, “con esta nueva gestión tenemos una relación muy buena”, pero advirtió que desde el IPV habrían reconocido que la situación económica desatada con la pandemia “dilataría los plazos”.

Érica Ponce, una de las tantas personas afectadas por las dilataciones públicas entorno a la Tupac Amaru, comentó: “…el IPV ha entregado barrios, ha llamado a sorteos para adjudicar, y de nosotros ni siquiera un avance, se suponía que ya lo tenían todo, pero nada.
Queremos que se avance, con las medidas de protección por el virus, pero se ha demostrado que se puede trabajar…queremos ver que se esté trabajando para entregar nuestras viviendas, no queremos más problemas con la plata, las empresas.

Recalcamos que ahora el barrio ha sufrido muchísima inseguridad, incluso se llama a la policía cuando están robando las cosas que ha dejado la empresa y ni siquiera la policía va, entonces tienen faltantes y otra vez (el IPV) tiene que presupuestar y demás…por favor, que nos den una respuesta de qué están haciendo con nuestros barrios, porque no había mucho que definir”

Ante este drama, es urgente que el gobierno provincial se pronuncie sobre esta situación y esperamos que el IPV vaya construyendo una respuesta acorde a las demandas de los vecinos y vecinas del departamento. En ese sentido trataremos de obtener alguna respuesta de la nueva directora del organismo. Hasta ahora, dicho organismo ha sido gentil con El Despertador y ha brindado información y algunas respuestas. Suponemos que la línea será la misma.


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