El director general de escuelas estuvo en nuestro departamento el martes 4 para entrevistarse con el intendente Righi, la directora de educación Ana Menconi y otros funcionarios además de visitar dos escuelas. ¿Una visita con gusto a poco?
Junto al ejecutivo de la DGE estuvieron el coordinador de las Delegaciones Regionales, Gustavo Capone, y el delegado de la Regional Norte, Eduardo Andrades. En la charla protocolar con las autoridades municipales se habrían tocado los siguientes ejes: primera infancia; alfabetización; conectividad y el mundo del trabajo y los jóvenes.
Así mismo, habrían acordado acciones conjuntas con Lavalle para fortalecer estas temáticas y acompañar a todos los estudiantes del Departamento. Esot fue expuesto en un artículo del propio municipio que expuso la visita del director y los pedidos del ejectivo municipal (ver nota al respecto, qué le pidió Righi a Thomas)
Los de afuera no son de palo
El dicho popular marca que quienes quedan fuera de una temática “son de palo” en el sentido que no tienen autoridad para hablar.
Sin embargo, las redes sociales parecen mostrar que algunos miembros de la comunidad educativa que por obvios protocolos no pudieron estar en el encuentro de funcionarios sí tienen cosas para decir (y con autoridad).
Cuando desde la fan page de Facebook institucional de la Municipalidad se compartieron las fotos de la visita de Thomas no hubo gran repercusión. Tan sólo ocho comentarios pero que dicen mucho.
María Fernández comentó: “qué fácil es tomar decisiones en un ambiente climatizado, detrás de un escritorio. No tiene ni idea la realidad de las escuelas ni de los niños, celadores y docentes. Inútil y despreciable la actitud”.
Un usuario llamado Tomás Toila respondiendo su comentario se preguntó: “¿por qué no lo hizo desde una escuela rural?” y Fernández le contestó: “porque hacía frío”
La usuaria Amanda Bustos le respondió asintiendo a sus dichos y agregó: “no tienen ni idea sobre la vida institucional”.
Ella también dijo: “tanto que garantizan la presencialidad al menos garanticen la vacunación masiva a los docentes. Ah me olvidaba por allá por el mes de enero, nos incluyeron en el grupo esenciales, y ahora me preguntó, como ya hicieron lo que querían, se olvidaron que éramos esenciales. Les recuerdo que aún sigo esperando la vacuna”.
En consonancia con esto la trabajadora de la educación Verónica Ramírez “hay docentes y celadores que necesitamos ser vacunados”.
José Thomas y su equipo asistieron a las escuelas 1-307 Presidente Derqui y 1-204 Ramón Arrieta “con el objetivo de compartir y dialogar sobre la situación educativa” dicta el comunicado oficial.
Pero justamente en referencia a estos establecimientos en específicos, la usuaria Martina Chapanay, también ligada al ámbito educativo, dijo: “¿Viajó en el 300? ¿Llegó 8:30 horas a una escuela? Solo visitó lo que se podía mostrar. ¿Por qué no visitó las escuelas con problemáticas, esas que invisibilizan? La complicidad tiene un costo”.
Análisis
El disgusto manifestado en los comentarios es más que evidente, pero ¿no será el reflejo de una forma de gestión que se le achaca desde distintos sectores a la línea Cornejo-Suárez? Es decir, el gobierno sin escucha previa, sin consulta genuina, sin asunción de los errores propios.
Aclaremos que esto lejos está de ser demasiado distinto a las gestiones educativas justicialistas anteriores, pero en este caso parece ser un rasgo de un modelo de trabajo propio del cornejismo (cosa que en su momento también les reclamó el PD dentro de Cambia Mendoza).
Más allá de las múltiples lecturas que se podrían hacer de la propuesta de ley para el manejo de la pandemia que le hizo Fernández Sagasti al gobernador recientemente, hay algo tocante a la temática de este artículo para mencionar.
La presidenta del PJ mendocino habló de que la presencialidad escolar sea lo último que se pierda, la realidad es que muy probablemente ni la legisladora ni el Ejecutivo provincial parecen conocer lo que seguramente se dice en cualquier aula o sala docente: “¿y a nosotros quién nos pregunta?”.
Porque si bien para un estudiante no debe ser nada grato estar a las 7:30 AM frente a su banco con las ventanas y puertas abiertas, por ejemplo, en una escuela rural lavallina con temperaturas gélidas, tampoco lo es para el docente que, además, debe exponer su garganta a dar clases en esas condiciones.
Salvo algún enajenado de la realidad escolar, nadie podría dudar de la superioridad en materia de calidad educativa de la presencialidad por sobre la virtualidad.
Sin embargo, ¿lo que se vive es calidad? ¿es sostenible con las condiciones climáticas del invierno mendocino (que aun no llega)?
La opción inevitable es la virtualidad, pero en Lavalle eso es irreal para miles de familias, por el simple hecho, de que el gobierno provincial no hizo nada de lo necesario el año pasado para garantizar una mínima virtualidad en Lavalle.
El delegado de la Regional Norte, Eduardo Andrades, como se anticipó estuvo la semana pasada en esa visita. Él en 2020 dijo a este medio que harían “todo lo posible” para brindar las condiciones materiales para garantizar el acceso a la educación.
¿En verdad estos han sido todos los esfuerzos posibles? ¿qué hizo la DGE -y el gobierno de Suárez en sí- durante los meses de “baja” pandémica a nivel sistémico para que los lavallinos puedan optar por la virtualidad?
Si usted como lector busca respuestas a eso no se la pregunte a este humilde periodista, charle con su docente más cercano, tal vez no sea linda, pero será lo más cercano a la verdad.
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