A menos de un mes de las PASO departamentales (serán el próximo 30 de abril), y luego del primer cimbrón que significó la existencia de dos listas oficialistas (ya a esta altura no podríamos decir righistas) en la interna del peronismo lavallino, las campañas hacen fuerza para llevar a sus precandidatos a la candidatura definitiva que se podría materializar en que Gerardo Vaquer o Edgardo González sean, uno de ambos, el próximo intendente de nuestro departamento.
Pero la herida no cierra tan fácil, y si bien el primer momento de sorpresa por la presentación de dos candidatos se cristalizó en cierto nivel de agravios y victimización de ambos bandos, ya pasó, la campaña sigue y la convivencia en el territorio y algunos otros espacios tiene sus ribetes que dejarán llagas hasta el final. Que sucederá luego del domingo 30, gane quien gane (que tampoco hay demasiada claridad al respecto, está pareja la cosa) es harina de otro costal. ¿Se cumplirá la máxima peronista de «el que gana conduce y el que pierde acompaña»?
Uno de los que está en esa posición aún incómoda (quizás la que más) es el actual concejal Julián Gallardo, hombre fuerte del righismo histórico, con gran peso en su terruño, Gustavo André (al que muchos y muchas insisten en decirle Andrés, con «s»), que se inclinó hacia la candidatura de González. En el inicio de sesiones legislativas que, el pasado viernes, abrió Roberto Righi con su clásico discurso (esta vez el número 22 y último, relación libre con los números, los sueños y la quiniela), El Despertador, junto a Radio Tierra Campesina, realizaron una cobertura audiovisual conjunta, en la que pudimos conversar con Gallardo sobre el «raro» momento que está atravesando, siendo oficialismo y oposición al mismo tiempo.
Sobre el extenso, monótono y «datoso» balance que presentó Roberto Victorio Righi frente a los concejales y demás público, Gallardo reflexionó, autoreferente, que se estuvo «recordando el repaso de muchas obras donde yo las pude ejecutar siendo el Director de Obras Públicas, ha sido un repaso de todos estos años donde Roberto ha sido intendente y nosotros hemos sido parte del equipo».
Consultado sobre la interna, el actual concejal otrora funcionario del Ejecutivo, manifestó: «después de estar 20 años trabajando en el equipo, llegar a esta situación es un poco raro, pero es lo que nosotros creemos y sentimos, lo que yo creo y siento que tengo que hacer, y por eso estamos trabajando para este espacio, el de González». Se supone que Gallardo pertenecía, hasta no hace tanto, a lo que podríamos llamar «vaquerismo» (al menos eso se aseguraba desde ese espacio) y sobre el final resolvió apoyar la candidatura de González.
Así explica su accionar: «nosotros no queríamos llegar a esto, pero dada la situación que a la que nos llevó (Righi), no nos quedó otra que presentarnos en la interna, para poder llegar a tener nuestro candidato, en los últimos tiempos, en los que veníamos hablando con el Roberto y todo el gabinete, se venía acordando que, a través de encuestas, se definiría quién del oficialismo era el que más media y sería candidato», y continuó «nosotros sabemos, y tenemos las encuestas, de que el que venía midiendo, y en la última midió con muchos puntos de diferencia, fue González, y a último momento Roberto decidió no cumplir eso que se venía hablando, entonces nosotros decidimos seguir con ese plan que se había trazado» y señaló: «yo, que también estaba como candidato, y que después de la encuesta no salí primero, me sumé a González».
Sobre el final de la charla Julián Gallardo expresó un diagnóstico y un deseo: «hay que trabajar mucho para este mes que va a ser largo, y que se salga con las menores heridas posibles».
Gerardo Vaquer, el candidato de Righi para sucederlo, también se acercó a las cámaras de la cobertura conjunta. Consultado sobre la situación expresó que «desde nuestro espacio tenemos mucho respeto hacia todos los que participan, de nuestro partido como de los otros, y creemos que la democracia tiene que definir esto, a todos las personas que están en el ámbito político siempre les transmitimos que tenemos que llevar adelante esto con mucha madurez política, con mucho respeto y que la sociedad sea quien elija que mejor los represente desde los proyectos que se presentan en adelante». El candidato que «corre con el caballo del comisario» manifestó también que «lo hacemos con mucha humildad, tenemos esperanza de que nuestro proyecto sea bienvenido en la comunidad, y si esto fuera así, después del 30 de abril queremos profundizar aún más las propuestas que hoy estamos transmitiendo en los recorridos que estamos haciendo en el departamento y que sea un opción válida para lavallinos y lavallinas de cara al 3 de setiembre (elecciones generales departamentales)».
La realidad es que Roberto Righi no pensó que parte de la tropa no iba a acatar su designio, pero luego de la sorpresa y el lamento (sentido, según expresaron desde su entorno) por la decisión de González y sus aliados, está poniendo toda la carne al asador para que su candidato gane.
La disyuntiva, más allá de las encuestas, en la que el intendente que comandó los destinos de nuestro departamento por más de dos décadas, se vio envuelto, era optar entre el importante poder de gestión del grupo que acompaña a Vaquer, con menos presencia constante en el territorio, y la poderosa, pero asistencialista, presencia territorial histórica de González y sus seguidores.
Las cartas están echadas, el futuro próximo es incierto, y este largo mes que queda por delante podría ser, según el poder de convencimiento de ambos grupos, definitorio de los destinos de Lavalle.
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