Si estuviéramos en plena ebullición jacobina, habría que pensar qué personaje podría asignársele a Roberto y Edgardo en ese escenario. Puras conjeturas sería jugar con nombres, lo que sí sabemos es que estarían del lado de la revolución. Mientras tanto, doscientos años después de aquella gesta, estos dos hombres que parecían distanciados para siempre, volvieron a juntarse, lo que para el peronismo y la sociedad lavallina es un gesto de alivio en medio de tantas teorías conspirativas, pases de factura, infantilismos y estupideces de las últimas semanas, que alimentaron las más insondables teorías sin pie ni cabeza, y que sólo podían disipar estos dos personajes fundamentales de la política lavallina.
De dimes y diretes
En ese sentido, en las últimas semanas, los mentideros estuvieron llenos de dimes y diretes de todo tipo hacia un lado y hacia otro del peronismo lavallino.
Acusaciones de dirigentes cercanos a González sobre dirigentes de Righi a los que se acusaba de intentar acordar con Luppo, acusaciones del otro lado sobre la falta de definiciones sobre los empleados que participaron de la campaña de Righi y al perder tienen temor de ser despedidos, o peor aún, acuerdo de González con Cornejo, crearon un clima de incertidumbre y sombrío, que hicieron que se pergeñara finalmente una reunión entre Edgardo González y el intendente Righi a puertas cerradas.
Reunión de apoyo
La reunión fue el martes de la semana pasada en el despacho de Righi y allí, el intendente se puso a disposición de Edgardo, en lo que necesitase. No fueron más de 25 minutos, pero sirvió para distender finalmente la situación creada durante las elecciones internas.
Fue una buena reunión, aseguraron a El Despertador, fuentes extraoficiales, pero verificables, y si bien, en un principio, no se quería que se filtrara, esto terminó pasando.
En 3 de mayo
Lo que siguió a la misma, fue el jueves, cuando Roberto Righi sentó nuevamente a Edgardo muy cerquita suyo, en la primera fila del acto y luego se fundieron en un tímido abrazo, que la cámara espía alcanzó a divisar.
Finalmente, fue el propio Righi, que ante una pregunta de El Despertador sostuvo: «ya está, yo soy antigrieta, y ya que quieren la foto la van a obtener. Ahí mismo llamó a Edgardo, como en viejas épocas, y se sacaron la foto que publicamos a continuación.
Por supuesto, la gente que pululaba por los alrededores, aprovechó el momento para sacarse fotos con ambos. Como si fuesen dos rockstar.
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