Despertador Online

El diario del Oasis Norte de Mendoza

Titulos

12 de septiembre de 2023

¿Hacia dónde va Edgardo y el peronismo lavallino?

  •   Por El Despertador
           

El pasado domingo, luego de un contundente triunfo con el 57% de los votos de lavallinos y lavallinas, Edgardo González se transformó en el próximo intendente de nuestro departamento.

Luego de conocerse los resultados, aunque antes de que aparecieran desde las fuentes oficiales, la parcialidad «edgardista» ya estaba festejando en la plaza departamental. Poco antes de las 21 el intendente electo, que conducirá los destinos de Lavalle desde el 10 de diciembre, se expresó ante sus simpatizantes. En un improvisado escenario, y ante la presentación del «Cacho» Montenegro y María Rosa Gómez, el actual diputado pronunció unas palabras de agradecimiento y otras reflexiones.

«Quiero agradecer a Dios que siempre me acompañó» fueron sus primeras palabras, para inmediatamente acercar una frase que fue caballito de batalla de su campaña: «hay una forma de hacer política sana, mostrando sencillez, humildad y honradez, que es lo que está esperando la gente». Las palabras sencillez, humildad y honradez fueron expresadas casi una decena de veces en los menos de 20 minutos que el mandatario electo hizo uso de la palabra.

Continuó su reflexión en torno a la «cuestión» política: «la gente está muy descreída de los partidos tradicionales, pero yo estoy convencido de que hay que dar la lucha dentro de los partidos, con valores que la sociedad está reclamando» y lanzó una advertencia que seguramente servirá de material de archivo, manifestó que «nuestro equipo está formado con estos valores, y aquel que no lo entienda o se desvíe de ese camino, se tendrá que ir». Seguramente se lo decía a los propios, pero también a esos ajenos que, luego de las negociaciones con los otros sectores que se darán estas próximas semanas, formarán parte de su gestión.

«Los funcionarios tenemos que dar el ejemplo y ser uno más de la sociedad, y en eso vamos a poner toda la fuerza» aseguró, y continuó: «estoy convencido de que se puede volver a creer en la política, no hace falta que venga gente nueva a decir lo que hay que hacer» en clara alusión al fenómeno Milei, que impactó fuertemente en nuestro departamento.

También expresó una frase que hace referencia a la difícil interna que tuvo que sortear por no ser el favorito del actual intendente Roberto Righi: «ha sido una carrera larga y dura, que se hizo casi sin recursos, con recursos propios y de un par de amigos». Además de los recursos económicos, González dejó entrever que tampoco contó con el acompañamiento del sector que perdió la interna, que no fueron parte de sus interminables caminatas y reuniones en barriadas y comunidades, a la vieja usanza, y que se convirtió en un sello de su campaña. A esto le sumamos que muchas personas de ese sector, empezando por el propio Righi, se mudaron a las filas del demarchismo y su flamante Unión Mendocina.

Tuvo varios pasajes de lo que se le suele llamar «autobombo»: «a lo largo de mi vida siempre he sido igual, siempre hemos estado al lado de la gente, incluso cuando no hemos estado en la función pública» o «siento algo en el pecho que me empuja a decir todo lo que siento, para que vean lo sencillo y lo humilde que soy, porque me sale de las entrañas».

También alcanzó a mencionar y comprometerse con algunas de sus propuestas de campaña:

  • «Vamos a crear el área de salud para que el municipio coordine con el hospital, los centros de salud, los CIC y la medicina privada»
  • «En el transporte tenemos que hacer una nueva licitación para pedir modificaciones en los recorridos»
  • «Hace 8 años que no nos hacen una escuela, los chicos terminan la primaria y no tienen banco en la secundaria, no podemos permitir eso»

Y en el manejo de recursos municipales comprometió a sus interlocutores: «necesito de la fuerza de ustedes para conseguir los recursos para obras en cada uno de los distritos, obras que ustedes van a decirnos cuáles son, y que van a priorizar para trabajar juntos», dejando una clara promesa (que de convertirse en realidad lo distinguiría de su antecesor) de mayor federalismo: «Lavalle está muy linda y tenemos que seguir haciendo para que se vea más linda aún, pero en los diferentes distritos alejados de las villas cabeceras» en clara alusión a la alta concentración de recursos en obras en Costa de Araujo y Villa Tulumaya, sobre todo esta última.

Las zonas no irrigadas no han sido territorio habitual de González durante su gestión como funcionario municipal, pero sí de uno de sus principales aliados, Juan Jaime. A pesar de esto, en la campaña fue y visitó rincones recónditos. Trajo, en su alocución, una reflexión al respecto: «en el secano no tienen calles, no tienen salud y no tienen transporte, hay que hacer un homenaje a la gente que vive ahí».

Sobre cómo piensa vincularse con el estado provincial también apeló a sus máximas, y de pasó deslizó una nueva crítica al actual intendente: «necesitamos mejorar la relación con el gobierno de la provincia, sea del color que sea, para decirles, con sencillez y humildad, que Lavalle pertenece a Mendoza, que nos tienen que atender». También asumió que la relación puede no sonreírle: «si tenemos suerte de tener los recursos necesarios y conseguir cosas de las nación y la provincia, en buena hora, pero si nos toca vivir momentos duros y críticos, estamos preparados para eso también, porque toda la vida hemos administrado la pobreza»

Respecto a su vínculo con la política, volvió a llevar la cuestión a un plano personal: «este fue un sueño que comenzó siendo muy joven, cuando vivía en la finca de mi abuelo, mi papá era contratista y no teníamos luz ni agua, y yo decía que era imposible que aquel que se rompe el lomo, no tenga los servicios mínimos, por eso me metí en la política». Sobre el cierre de su discurso reforzó el concepto de honestidad que pretende como sello de su gestión: «yo voy a jugarme la vida en estos 4 años, junto con mi equipo vamos a poner todo, pero fundamentalmente, el día que nos vayamos, que nadie pueda decir que los que estuvimos integrando (el gobierno) se llenaron (los bolsillos) y se fueron».

Sin duda esta mezcla de buen vecino y caudillo que representa la figura de Edgardo González, cosecha largamente la simpatía del pueblo lavallino, y sobre todo de los que menos tienen, esos y esas que atestiguan que cada vez que lo necesitaron «el Edgardo nos dio una mano», afirmando incluso que sacó plata de su bolsillo para colaborar en tal o cual circunstancia particular.

 


  • Comentarios

    Relacionadas