María Fernanda Rodríguez es una mujer trans de nuestro departamento que participa en la división femenina de la Liga Lavallina de Fútbol. Nos brindó su testimonio acerca de la diversidad sexual en el deporte de la comunidad.

Andrea Bustos: ¿Desde qué edad empezaste a jugar al fútbol? ¿Desde tu infancia, adolescencia?

María Fernanda Rodríguez: Desde hace 10 años exactamente. Empecé a los 23 y ahora tengo 33 años.

AB: ¿Participas en alguna organización o alguna comunidad que tenga que ver con el colectivo LGBTQI+?

M.F.R.: No, no participo en ninguna organización ni nada que tenga que ver con el colectivo. Si, en algún grupo de WhatsApp pero no milito ni levanto banderas de la comunidad.

AB: ¿Cuándo te incorporaste a la división femenina de la liga?

M.F.R.: Fue también a partir de los 23. Empecé directamente a jugar con las chicas. Anteriormente he practicado otro deporte.

AB: ¿Cómo fue la incorporación con las mujeres, tu entorno, unirte al club con ellas, que sentiste?

M.F.R.: Siempre he tenido un buen recibimiento por parte de las chicas cisgénero. No siempre he jugado para el mismo club, he jugado en diferentes clubes, ahora estoy participando acá en el club de Tres de Mayo pero me inicié en Salvatierra y he pasado por San Francisco y Jocolí.

AB: ¿En todos tuviste una buena experiencia y un buen recibimiento?

M.F.R.: Gracias a Dios sí, hay muchas chicas con las que actualmente estoy jugando que son con las que inicié y hay otras que hemos ido incorporando.

AB: ¿Qué te gusta del fútbol? ¿Qué te despierta esta pasión?

M.F.R.: La verdad, para ser sincera, no me gustaba. Siempre he practicado hockey sobre césped y por problemas de salud, de la columna, lo dejé. Al ser tan alta y jugar ese deporte agachadita siempre sufria lumbalgias. Terminaba la temporada y tenía que hacer fisioterapia, así que dejé el deporte un par de meses y una de las chicas que me había estado viendo jugar, me invitó. Justamente para Salvatierra y ahí empezamos. También me gusta mucho el tema de la comunidad familiera que se da.

AB: Decías que practicabas hockey ¿existe otro deporte que te llame la atención?

M.F.R.: No, no. Si tuviera que elegir entre el hockey y el fútbol me quedaría más con el hockey pero bueno al fútbol con el correr de los años aprendí a quererlo también. No sé si juego bien o mal pero yo me meto. Me gusta el tema ese que después de que terminas en el «tercer tiempo» te juntás con las chicas a tomar algo.

AB: ¿Para vos el deporte es algo recreativo, es competitivo o usás el deporte también para visibilizar esto de la diversidad de género o del colectivo?

M.F.R.: Meramente lo tomo como un hobbie para mí, no le veo el lado competitivo, me da igual ganar o perder, si se gana mejor pero bueno si se pierde no la paso mal, no sufro, no soy de buscar el conflicto cuando se pierde.

AB: ¿Qué expectativas tenés como futbolista? ¿A qué aspiras en un futuro?

M.F.R.: Mirá, mi expectativa por los años que tengo es que vamos más de salida que lo que pueda proyectar a futuro y como lo veo como un pasatiempo no veo el tema de profesionalizarme dentro del fútbol.

AB: ¿Qué mensaje les darías a las personas que estén atravesando una vivencia como la que quizás vos has atravesado hace tiempo, en tomar decisiones en un entorno en el que no se sientan acompañadas con esto de la diversidad y demás?

M.F.R.: Es complicado pero si se animan, se animan. Ya está, el paso lo tienen que dar y bueno van a tener palitos en la rueda pero también van a ir encontrando a muchas personas buenas que te van a ir ayudando a lo largo del camino. Decirles que no se frustren en el primer intento de querer visibilizarse y ver miradas que te van rechazando y deditos que te señalan porque eso lo vas a tener siempre pero hay que aprender a convivir con eso. Hay que animarse.

Fuente: Andrea Bustos