El legado del Víctor será eterno en el fútbol argentino, trascendiendo la camiseta de Gimnasia. El Maestro representa la esencia del fútbol mendocino, siendo indiscutiblemente su emblema. Su despedida, llevada a cabo este domingo en el estadio de Gimnasia y Esgrima, rebautizado en su honor como Víctor Antonio Legrotaglie, estuvo a la altura de su grandeza.

Los seguidores del Lobo y todos los aficionados al fútbol mendocino tuvieron la oportunidad de rendirle un último adiós. Las puertas del club Blanquinegro se abrieron a las 9 de la mañana y una multitud acompañó al Gran Maestro del fútbol de Mendoza en su despedida.

Su hija Carina explicó por qué se eligió el estadio del Parque para el velorio de su padre: «Se realizó este velorio en la cancha porque así lo habría querido mi papá. Quería que lo despidieran celebrando y con una sonrisa, especialmente con una victoria que esperamos continúe para que Gimnasia se corone campeón».

Finalmente, a las 12:00, el cuerpo de Víctor Legrotaglie fue trasladado, con una amplia presencia de amigos, familiares y seguidores, rumbo al Parque de Descanso de Guaymallén, donde sus restos fueron cremados. Que descanse en paz, ídolo.