Ángel Arancibia perdió frente al campeón sudamericano supermoscas, David Nuñez en fallo dividido, pero marcó un antes y un después.
Este encuentro tuvo como escenario a la bella ciudad de Villa Carlos Paz.
En el Hotel Mónaco se enfrentaron el lavallino Ángel Arancibia y David Núñez, hoy actual campeón sudamericano de esa categoría. “Estamos como un cañón de guerra”, fueron las palabras de Federico Guiñazú, jefe del equipo y preparador técnico de Ángel, quien desde hace dos meses viene preparándolo con un equipo interdisciplinario conformado por Alexis Trica como psicólogo deportivo, Marcelo Puentes como médico que hace la nutrición de Ángel, y Cristian González como preparador físico.
Combate a diez asaltos
El combate se desarrolló a diez asaltos, y la verdad si bien el peruano terminó venciendo al argentino luego de una pelea de ida y vuelta, pudo ser para cualquiera de los dos.
En fallo dividido venció el campeón y de esta manera retuvo la corona, frente al lavallino, que hizo un despliegue enorme en el combate.
Si bien, Angel Arancibia perdió el invicto profesional que venía trayendo de 7 peleas, ahora 8, lo significativo es que todo el cuerpo técnico evidenció conformidad por lo hecho por el “diablito” Arancibia, lo que posibilitará, según la opinión de los expertos, que pueda volver al ruedo con más experiencia al respecto,
Lavalle hace escuela
Federico Guiñazú es quien comanda la escuela, que fundó hace dos años en Lavalle, en un patio de tierra en Paramillo. Mucha agua corrió debajo del puente en este tiempo, y hoy el Cicles club Lavalle alberga las esperanzas no ya de Federico Guiñazú sino de 80 niños y niñas que han comenzado a andar este deporte.
Es una escuela que tiene al propio Angel como protagonista, ya que también es entrenador de infantiles. Por supuesto que en todo esto Guiñazú no está solo. Su esposa Norma respira tanto boxeo como él, ya que también es la entrenadora de las divisiones femeninas de boxeo en Lavalle. Los 3 conforman una escuela deportiva y social, con una cuota social de mínima, que solo paga el 20% de los niños y jóvenes que asisten, y que alcanza para pagar escasamente el alquiler del club.
Cabe destacar el acompañamiento de la gente de Lavalle que auspicia a Angel. Alberto Fraile de Tienda La Chiquita, Gabriel Sánchez de la estación de servicio Shell de Costa de Araujo y Rodolfo Sánchez de la Ferretería Lavalle, que han acompañado este impresionante proceso deportivo.
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