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10 de septiembre de 2024

Desprolijidades que pueden terminar mal si no se aclaran

  •   Por El Despertador
           

Desde hace varios años se intenta realizar una recolección de residuos diferenciada en nuestro departamento. Es decir, separar la «basura» útil, la que tiene un valor económico, y aprovecharlo para reinsertarlo nuevamente en el circuito productivo y generar una ganancia socio-ambiental a través del trabajo de los recuperadores urbanos, mal llamados «cirujas». Estamos hablando de algunos tipos de plásticos, cartón, papel, vidrio y metales.

Esta iniciativa, que tiene su planta de tratamiento en la zona industrial de Lavalle, fue creciendo en los últimos tiempos. Uno de los principales empujones fue el fortalecimiento de la Cooperativa Limares al frente de esa tarea, si bien siempre ha sido una tarea del estado municipal, y está bien que así lo sea.

El modelo de co-gestión, es decir el trabajo conjunto, entre municipios y cooperativas de recuperadores, son cada vez más frecuentes, así ocurre a nivel nacional y en otros departamentos de nuestra provincia como Las Heras, Guaymallén, Godoy Cruz, Maipú, Luján de Cuyo y Gral. Alvear entre otros, donde las cooperativas ven incrementadas sus ganancias a partir de la clasificación y venta de esos residuos. Por lo general, poco a poco la población va entendiendo la dinámica, y colabora con la separación de los residuos domiciliarios.

Desde el 2022, y promovido por la gestión frente a la Dirección de Ambiente de la comuna, los ingresos generados por la venta de cada uno de los rubros de residuos reciclables mencionados, era cobrado por Limares, y repartían esas ganancias entre sus trabajadores y trabajadoras como un incentivo al importante servicio que, desde ya, vienen haciendo.

De hecho, trabajar en la inclusión de la ciudadanía que puede generar fuentes de trabajo a partir de la recuperación está contemplado en la Ordenanza Municipal 1206 aprobada en el año 2023, que en su artículo 25 expresa: «La autoridad de aplicación deberá fomentar la participación en la Gestión integral de los R.S.U (NdR: Residuos Sólidos Urbanos), a los trabajadores no formales o recuperadores urbanos, mediante la formación de cooperativas. Estas deberán cumplir con los requisitos de la Legislación Nacional y Provincial Vigente en la materia. El personal afectado a la selección, manipuleo y acopio transitorio de los R.S.U. en los sitios o centros dispuestos y/o autorizados por el municipio deberá cumplir con las medidas de seguridad e higiene como lo establece la legislación vigente».

La nueva gestión de esa área municipal, a cargo de Gustavo Villegas decidió dejar atrás esa metodología y comenzó a ingresar, como era antes del 2022, los dineros de las ventas a las arcas municipales. De esta manera la Cooperativa Limares dejó de ser parte del circuito y algunos de sus trabajadores y trabajadoras fueron absorbidos como personal municipal, cuatro de ellos, al área de Ambiente.

Las ventas, que suelen ser de unos 300 mil pesos al mes, comenzaron, desde el 10 de diciembre del 2023, a ser transferidas, por parte de La Favorable SA, empresa que compra los reciclables, a cuentas bancarias oficiales de la Municipalidad de Lavalle. Pero esto dejó de ocurrir desde el mes de abril, en la que la Dirección de Ambiente, a través de una nota oficial fechada el 19 de ese mes, dirigida a David Crespo, uno de los titulares de La Favorable, que a partir de ese mes las transferencias deberán realizarse a la cuenta personal del propio Villegas.
De esta manera, las ventas posteriores al mes de abril dejaron de percibirse en las cuentas oficiales. Inevitable, en este punto, es dejar algunos interrogantes que fueron explicados por el director de esa área.

La explicación del Director de Ambiente

«La verdad es que el problema en este tiempo que absorbimos esos empleados fue la ropa de trabajo y el calzado. Por lo que decidimos que el dinero de La Favorable S.A. fuera a mi cuenta, para que de allí se pudieran comprar directamente la ropa a los empleados, que al tener contratos de locación, no les correspondía, pero que no podíamos dejar sin ropa de trabajo.

Ante la pregunta de El Despertador, de si esto no era una desprolijidad, Villegas admitió que sí, que en realidad, había una urgencia por adquirir esa ropa para los cuatro trabajadores de la repartición. El Director también aclaró que fueron en total algo más de $360.000 lo juntado mediante la venta de reciclables a dicha empresa, y que obviamente están todos los comprobantes de pago usados con ese dinero.

El depósito de fondos municipales en la cuenta personal de un funcionario puede tener una explicación, pero sin duda es necesario aclararlo. Más allá de la importancia que tiene para los laburantes dotarlos de la ropa necesaria, es necesario también que se haga a través de los órganos correspondientes y de la manera correcta.

Para que como dice El Edgardo, el lema «sencillez, humildad y honradez», no sea solo eso.


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