El 14 de septiembre, Lavalle fue el escenario de una hermosa jornada de inclusión. El evento, que reunió a amigos y familias, tuvo lugar en un recorrido que comenzó en el Parque Nativo y culminó en el Parque de la Familia.

Todo surgió de una charla de dos mamás, Lucía y Nadya, mamás de Zoe y Martina, quienes al saber que desde Mendoza venía un grupo de personas de una fundación Empujando Límites que usan bicicletas en tándem para recorrer lugares hicieron la propuesta de hacer una bicicleteada.

La actividad, que consistió en un paseo en bicicletas en tandem y otras, tuvo como objetivo demostrar que, a pesar de las discapacidades, el ciclismo puede ser una actividad accesible y disfrutable para todos. Durante el recorrido, los participantes fueron recibidos en el Parque de la Familia con una posta de hidratación, donde pudieron reponer energías antes de regresar.

Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la entrega de medallas de reconocimiento a los participantes de esta primera bicicleteada inclusiva. Se compartieron historias inspiradoras, como la de Leandro, un joven con síndrome de Down, quien realizó su primer recorrido en bicicleta junto a su madre, Roxana. La felicidad de Leandro, quien abrazó a todos los presentes, fue contagiosa y conmovió a todos los asistentes.

Segunda Bicicleteada inclusiva

La iniciativa no se detuvo ahí. Gracias a la generosidad de un grupo de ciclistas de Mendoza, se logró conseguir una donación de bicicletas en tandem para que Leandro, así como para Martina y muchos chicos más, pudieran disfrutar de esta actividad. La entrega de estas bicicletas tuvo lugar el sábado por la tarde, generando un ambiente de alegría y emoción entre los beneficiarios y sus familias.

Nadya, mamá de Martina, una niña que recorrió la bicicleteada con su bici sostuvo: «la verdad es que fue una experiencia muy hermosa, con muchas bicis, adaptadas, que surgió por el mes de setiembre gracias a Silvio Tejerina de la Fundación Empujando Límites, al que se le ocurrió la idea de hacer clínicas en todos los departamentos. De allí salió esta idea, y de una charla con Luci Cabezas, y de ahí salió la posibilidad de hacer nuestra segunda bicicleteada. La idea es que en el departamento existan actividades inclusivas, para personas como mi hija, que puedan hacer algún deporte, puedan pertenecer a alguna actividad, ese es el objetivo, que puedan pedalear, que puedan sentirse incluidos y nuestro segundo objetivo, es que se puedan adquirir varias bicis adaptadas, para que en algún momentos todos podamos disfrutar de pedalear».

A pesar de los desafíos logísticos que implicó la organización del evento, incluyendo la obtención de permisos y coordinaciones con la policía y el municipio, el equipo detrás de la iniciativa logró concretar la jornada en menos de una semana. La experiencia acumulada del primer encuentro allá por el mes de setiembre fue clave para el éxito de esta segunda bicicleteada.

Esta actividad, que combina el deporte con la inclusión, resalta la importancia de crear espacios donde todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan disfrutar de actividades recreativas. El trabajo mancomunada entre las mamás y las distintas instituciones que acompañaron esta movida, como el municipio, han demostrado que, con esfuerzo y colaboración, es posible fomentar un entorno más inclusivo y accesible para todos.