En los primeros nueve meses de la gestión del presidente Javier Milei, el sector privado perdió 138.785 empleos registrados. Aunque agosto mostró una leve recuperación de 3.964 puestos, el saldo es fuertemente negativo y enciende las alarmas sobre la situación laboral.

Tras una fase de recuperación pospandemia y poscrisis, la destrucción de empleos bajo el nuevo gobierno indica un retroceso grave que afecta al mercado laboral, generado por un giro en las políticas productivas.

Estancamiento económico y pérdida de puestos en sectores clave

Con un crecimiento económico insignificante de solo 0,2% en agosto, los sectores principales continúan recortando empleo. Ocho de los catorce sectores registraron pérdidas, reflejando la falta de recuperación económica.

El derrumbe de sectores como Construcción e Industria

La Construcción, uno de los sectores más afectados, perdió 66.008 empleos en nueve meses. La Industria, segunda en importancia para el empleo privado, sufrió una baja de 29.616 puestos, sumándose a la crisis estructural del empleo.

Crisis laboral en todo el país

Trece provincias registraron destrucción de empleo en agosto, con el 75% de las jurisdicciones por debajo de sus niveles de empleo de noviembre de 2023. Formosa es el caso más grave, con una pérdida del 12,1% de su empleo privado.

Monotributo y precarización creciente

La alternativa laboral que ofrece el monotributo creció con fuerza, alcanzando a más de dos millones de personas, lo que refleja un deterioro de la calidad laboral. Desde la asunción de Milei, el monotributo aumentó en 75.676 puestos, en paralelo con la destrucción de 13.004 empleos en casas particulares.

La contracción del sector público también afecta al empleo

El sector público no ha escapado a los recortes: en agosto se perdieron 2.325 puestos y el total asciende a 43.781 desde noviembre. La caída en el empleo asalariado registrado asciende a 182.566 puestos, con una pérdida mayor en el sector privado (-2,2%) que en el público (-1,3%).

Pérdida sostenida del poder adquisitivo de los salarios

La inflación desbordó el crecimiento salarial en agosto, con un alza de precios del 4,2% frente a incrementos salariales de apenas 1,5% y 0,6% en promedio. Esto implica una nueva caída del poder adquisitivo del 2,6% y 3,5%, consolidando el deterioro de los ingresos desde noviembre.

La disminución en el número de empleos no fue mayor debido al bajo costo laboral, que llevó a un ajuste centrado más en los salarios y en la calidad de los puestos que en la cantidad de trabajadores ocupados. La alta tasa de actividad reflejó el esfuerzo de los hogares argentinos por sumar ingresos en medio de un contexto de creciente precariedad laboral.

La situación en Mendoza

En Mendoza, los indicadores laborales habían tenido un buen desempeño al inicio del año, pero en el segundo trimestre se observaron aumentos en el desempleo y la subocupación. En el Gran Mendoza, se registraron 7,000 personas adicionales sin empleo y 16,000 subocupadas en comparación con el primer trimestre.

Las políticas públicas durante la primera mitad del año estuvieron marcadas por una orientación fiscal contractiva que impactó principalmente a jubilados y pensionados. Además, el empleo público sufrió una reducción de 27,000 puestos de trabajo. La reciente reglamentación de la reforma laboral también marcó el período, y se anticipan mayores ajustes en 2025 conforme al nuevo presupuesto.

¿Qué esperar del mercado laboral en Mendoza?

El análisis del mercado laboral en lo que va de 2024 sugiere que, a pesar de la falta de reactivación económica y el avance de la recesión, las tasas oficiales de empleo y actividad no reflejan completamente la crisis. Este desfase se debe, en parte, a que los hogares buscan actividades remuneradas adicionales para compensar la caída de ingresos, generando así una alta tasa de empleo, aunque con condiciones laborales cada vez más precarias y salarios deteriorados.

La situación de recesión ha impulsado un ajuste en el mercado laboral que se ha manifestado principalmente a través de la reducción de los salarios y la pérdida de derechos laborales, en lugar de la disminución directa en el número de personas ocupadas. En consecuencia, se espera que las tasas de empleo y desempleo permanezcan estables para el tercer trimestre, pero que las condiciones laborales continúen deteriorándose sin una mejora real en los ingresos.

Por otro lado, el empleo público ha disminuido, con una reducción de 4 mil trabajadores entre junio y agosto, y se anticipa que el ajuste continuará, dado que muchos contratos no serán renovados al cierre del año. La reforma laboral ha incrementado la flexibilidad para los despidos, lo cual, en un contexto recesivo, podría intensificar la inseguridad laboral y agravar la situación del empleo.

Finalmente, el presupuesto para 2025 refuerza estas medidas de ajuste, indicando que las políticas de austeridad no solo impactarán a nivel nacional, sino que también afectarán a las provincias, lo cual podría repercutir en un mercado laboral cada vez más frágil y precarizado.