Un concurso que se transformó en una excelente iniciativa para conectar a los y las estudiantes con la historia y nuestra cultura.
Una gran forma de rescatar y visibilizar la rica herencia cultural de Lavalle.

Las Direcciones de Modernización y Educación de la comuna organizaron un concurso llamado «Conociendo las calles de mi distrito» con el objetivo de «invitar a los estudiantes a realizar un recorrido por la historia y la cultura de nuestro departamento». La propuesta era crear un video documental que responda a preguntas como: ¿por qué las calles de nuestro departamento llevan sus nombres actuales? o ¿cuál es la historia detrás de estos nombres?

Las organizadoras aseguran que «en un mundo cada vez más globalizado, es fundamental que los estudiantes reconozcan y aprecien su patrimonio cultural, entendiendo su importancia en la construcción de su identidad y en el desarrollo de su sentido de pertenencia».

A través del concurso buscaron que estudiantes de las escuelas del departamento investigasen hechos, personajes y lugares significativos para sus comunidades. Propusieron entrevistar a personas mayores, revisar archivos históricos y recopilar fotografías y documentos antiguos. La idea era amalgamar la investigación histórica, la identidad del distrito y el uso de herramientas tecnológicas.

Los y las destinatarios fueron estudiantes de los séptimo grado de las escuelas primarias del departamento, estudiantes de los CAE y de los primeros y segundos años de escuelas secundarias.

Se presentaron diez propuestas. La ganadora fue un trabajo del CAE N°272 denominado «Transitando por la historia: el Callejón Mercado», que presentó en su producción, la trama, acontecimientos, biografías y semblanzas de esa emblemática arteria de Tres de Mayo.

El jurado estuvo compuesto por comunicadores, historiadores, docentes y especialistas en artes audiovisuales. Pero más allá de la producción ganadora, que para todo el proceso que atravesaron los centros educativos es anecdótico, queremos contar en una breve reseña cada uno de los trabajos.

Belgrano no iba a poder pagar la luz

Bajo el título «Tu calle, una historia», estudiantes del CAE «Niño Jesús» de Costa de Araujo encuentran una factura de la luz en la calle y desean devolverla a su dueña al domicilio. Resulta ser que desconocen dónde queda el Bulevar Belgrano. Una salida les permitirá conocer, no sólo su ubicación y la dirección indicada, si no también, una historia local que le da un sello importante al distrito de Costa de Araujo. Una visita a la casa de la dueña de la factura nos traslada a un viaje en el tiempo.

Un callejón que tiene mucho más que olivos

El CAE «Fuerza Nueva» de Costa de Araujo nos presenta «Conociendo historias», una producción audiovisual que muestra la reciente historia del callejón Los Olivos. Dónde está ubicado, las comunidades que une, cómo es su geografía, cómo se va trasformando y de dónde surge su nombre. Los protagonistas son los y las vecinas que construyeron su hogar sobre esta calle, que hasta hace poco era una finca. La producción muestra el sentido de identidad que adquiere una familia al poder acceder a la vivienda propia.

Un historia de achureros y ahorcados

Los niños y las niñas del CAE del B° Jarilleros, en Jocolí viejo, salieron a recorrer una larga calle que une la Ruta 34 con la Roque Montenegro: la calle Villalobos. Descubrieron el lugar que habitan, quienes lo construyeron y disfrutaron de estos espacios. Eligieron darle «la impronta de una comunidad rural y poco habitada». Doña Petrona Videla cuenta la historia de un puente que cruzaba el «achurero», en el cuál salía «el ahorcado», detrás de las arabias del canal. La familia Guardia cuenta quien fue el tal Villalobos, y de cuando data. Un chalet, un molino y una granja protagonizan los recuerdos de los vecinos, antes de que existiera el populoso barrio Jarilleros.

Mucho más que un mercadito

El CAE «Corazón Contento» del B° Andacollo, en Tres de Mayo, relata con lujo de detalles la genealogía de una familia a través de su producción: «Transitando por la historia: el Callejón Mercado». Don Nicolás Mercado fue el primer criollo que se instaló en la zona junto a su familia, todas las propiedades y fincas que están sobre el callejón, antiguamente formaban parte de su propiedad. Se comenzó a nombrar esa huella como «el callejón de los Mercados». El audiovisual cuenta sobre las generaciones posteriores de don Nicolás, y lo protagonizan la cuarta generación Mercado. En 1980 se instaló la red eléctrica y a principios de los ’90 la red de agua. A finales de esa década se colocaron las primeras luminarias.

Una calle que es historia viva en el Museo

El CAE «Creciendo» de Tulumaya nos sumerge en el corazón de una de las calles más emblemáticas de ese distrito: la Roque Montenegro. Junto a los curiosos y entusiastas estudiantes del CAE, nos embarcamos en una fascinante investigación para descubrir los secretos y las historias que habitan este rincón de nuestra comunidad. A través de su mirada, no sólo exploramos los datos históricos, sino también las vivencias que dan vida a esta calle. El actual Museo Histórico y Natural, vieja casona de los Montenegro, es el testigo fiel de lo que ocurría, y ocurre, en esa calle. Un viaje visual y sensorial por la esencia de esa vía lavallina.

Evolución y desarrollo de la calle Bernardo Irigoyen

Uniendo la calle Dorrego con la Ruta 24 está la, cada vez más transitada, calle Irigoyen. El recorrido, de punta a punta, a través de «Conociendo historias», lo hicieron los y las estudiantes del CAE «Sol y Luna» del B° Solares del Norte. En sus comienzos esta calle era llamada comúnmente como callejón Rumbo. A finales de los años ’60, y por ordenanza municipal, el callejón pasó a ser llamado Bernardo Irigoyen, en conmemoración al ministro del exterior de los años 40′ de la Argentina. En esos momentos solo habitaban familias finqueras, con pocos habitantes, no contaba con luminarias, le llegaban los servicios de luz y agua potable.

De bares y trenes

El CAE «Caricias al alma» de El Vergel nos trae «Nuestra historia, nuestro lugar», sobre una calle larga, que une la Villa Tulumaya con una de las salidas al sur del departamento: la calle Dorrego. Cuentan sobre el bar de Don Honorez, en el cual se encontraba desde carne, limpieza, librería y mercadería hasta forraje para animales; también había cancha de bochas, lo que lo convertía en centro de atracción de todas las zonas aledañas, como Las Violetas. En otro bar, en de Don Bilardo, se jugaba a las cartas. El club, el centro de salud, la delegación municipal y la distintiva estación ferroviaria El Vergel, perteneciente al Ferrocarril Belgrano, que era el ramal más largo del país que se dirigía hacia el norte.

Entre barrios y fincas

El CAE «Los Tupaqueritos» de Tulumaya nos lleva por una calle que une, a través de algunas fincas, las barriadas populares de la Villa a través de «Recorriendo la calle Antonio Balcarce». Hace 40 años atrás era conocida como la calle Alí Musri, en referencia al dueño de la finca que allí se encontraba. Musri era un prestamista y comerciante de origen sirio, muy adinerado y conocido en aquellas épocas en Lavalle. A modo de entrevistas periodísticas los y las estudiantes conversan con los actuales vecinos de la calle, quienes cuentan el protagonismo en el andar cotidiano de esa comunidad. El plus de esta producción: uso del dron y bloopers finales.

El Vergel desde una mirada artística

Estudiantes del taller de cine, radio y video de la escuela artística vocacional «Ester Trozzo» nos ofrece un recorrido en formato noticiario, con «El Noti de la Artística» por la historia del distrito de El Vergel, destacando sus orígenes y su evolución a lo largo del tiempo. A través de imágenes y narración, se exploran los primeros asentamientos, las influencias culturales y los eventos clave que han moldeado la identidad de este lugar. Este viaje visual permite comprender cómo El Vergel ha pasado de ser una pequeña comunidad a convertirse en un distrito con características únicas, manteniendo vivas sus raíces históricas mientras avanza hacia el futuro.

Recorriendo y conociendo

En una descontracturada caminata los y las estudiantes de 7° grado de la escuela «Nélida Basilotta» del B° Solares de Tulumaya recorren de punta a punta la calle Irigoyen a través de «La calle Irigoyen tiene historia», que nace (o termina) en su institución. La conversación con los vecinos y las vecinas, y su propia observación, son los ejes centrales de este recorrido audiovisual, donde el protagonismo de los chicos y chicas es clave. La cereza del postre: un poema que la describe.

Las diez producciones podrán apreciarse en las redes sociales de la Dirección de Educación de la Municipalidad de Lavalle. El audiovisual ganador realizará un viaje educativo y recreativo a los Altos Limpios que incluirá actividades de exploración, talleres sobre la flora y fauna local, y visitas a sitios históricos con el objetivo de fomentar el aprendizaje fuera del aula y premiar el esfuerzo y la creatividad de los estudiantes. Para el segundo lugar, obtenido por los chicos y chicas del B° Jarilleros y su rescate de la calle Villalobos se le realizarán remeras para todo el grupo con logos del concurso.