En una serie cargada de emoción y buen juego, el equipo de Lavalle Sub 16 demostró su fortaleza al enfrentarse a Rivadavia, el único equipo invicto del torneo, en tres finales que mantuvieron a los hinchas al borde de sus asientos.

La primera final, jugada en Lavalle, fue histórica. El equipo local logró imponerse en un emocionante tie-break tras un desarrollo cambiante: Lavalle ganó el primer set, perdió el segundo, se recuperó en el tercero, y cerró el partido con una vibrante definición. Esta victoria marcó la única derrota de Rivadavia en todo el campeonato, un logro significativo para los lavallinos.

Sin embargo, la revancha disputada en la mañana siguiente no fue favorable para Lavalle, que cayó en tres sets consecutivos, igualando la serie y forzando una tercera y definitiva final.

En el partido decisivo, Lavalle salió con fuerza, pero Rivadavia mostró por qué dominó el torneo. Los visitantes cayeron en los dos primeros sets (25-17 y 25-21), en el tercero, con la esperanza de llegar al cuarto, lograron llevar el marcador hasta un ajustado 26-24, reflejo de su resistencia y espíritu competitivo. A pesar de la derrota, Lavalle peleó hasta el final y dejó una gran impresión.

Rivadavia se coronó campeón, cerrando un torneo brillante con apenas una derrota, precisamente frente a Lavalle. Por su parte, el equipo lavallino se consagra como subcampeón, demostrando que está a la altura de los mejores y consolidándose como un rival de peso para próximas ediciones.

Lavalle puede sentirse orgulloso de su desempeño, no solo por el resultado, sino por la entrega y pasión que pusieron en cada punto. ¡Felicitaciones a ambos equipos por una final inolvidable!