Desde el corazón de Lavalle, Alejandro Montenegro se ha ganado un lugar entre los grandes del atletismo mendocino. Con una trayectoria de más de 15 años, este deportista lavallino combina disciplina, humildad y pasión, transformándose en un referente dentro y fuera de las pistas.

Montenegro no solo entrena y compite: también es docente de Lengua y Literatura en una escuela secundaria y dirige Atletics, el gimnasio más grande del departamento.

Su día a día está marcado por el esfuerzo y la planificación, con entrenamientos que alcanzan los 140 kilómetros semanales, doble turno varios días, y rutinas de gimnasio tres veces por semana. “Esta mañana corrí 16 kilómetros y hace un rato otros 10. Además, trabajé en el gimnasio y di clases. Es lo que hacemos muchos deportistas que vivimos de la vocación”, cuenta con naturalidad.

Sus logros más recientes hablan por sí solos: fue campeón en la apertura del Torneo Vendimia y se impuso también en la tradicional Doble Cipolletti, una de las carreras más importantes de Mendoza. Pero más allá de los podios, Montenegro defiende una idea del deporte como parte esencial de la cultura y la salud.

“El deporte no es solo lo colectivo. Los deportes individuales como el atletismo también tienen un fuerte aporte social, aunque muchas veces no sean reconocidos por no estar ligados a ninguna bandera política”,

También se toma un momento para marcar diferencias entre el atletismo y el fenómeno del running:

 “El running es un movimiento masivo, impulsado por el marketing de las grandes marcas. Está bien que la gente se mueva, pero no es lo mismo. El atletismo es serio, con normas, marcas y objetivos claros. Es un deporte exigente, técnico, y profundamente saludable”.

Asegura que correr es una práctica que conecta con nuestra esencia:

“El ser humano evolucionó para correr. El sedentarismo atenta contra eso. Correr es económico, accesible, y una puerta de entrada a una vida más sana”.

Actualmente, Alejandro se prepara para uno de sus grandes desafíos del año: los 42 kilómetros del Maratón Internacional de Rosario, que se correrá el próximo 22 de junio. Con la mirada puesta en ese objetivo, no baja el ritmo y sigue transmitiendo su amor por el atletismo a quienes entrena y acompaña.

 “Hay muchos corredores individuales que se esfuerzan día a día y merecen ser reconocidos. Esto también es cultura, salud y comunidad”.