Comprometida con el desarrollo sostenible, la Universidad comienza a trabajar en la medición de su huella de carbono, un paso clave dentro de su proyecto institucional para convertirse en una Universidad Sustentable.

La Universidad Juan Agustín Maza continúa su compromiso con el desarrollo sostenible al comenzar a trabajar en la medición de su huella de carbono, un paso clave dentro de su proyecto institucional para convertirse en una Universidad Sustentable.

Con el acompañamiento de INSIGNIA, una consultora especializada en sostenibilidad y triple impacto, (enfoque que integra aspectos económicos, sociales y ambientales), la institución busca ordenar y fortalecer sus prácticas en pos de consolidar una gestión más responsable con el entorno.

“La idea es que la universidad pueda avanzar en este camino de sostenibilidad que ya viene transitando», explicaron desde la consultora.  Para lograrlo, se implementarán acciones alineadas con prácticas ambientalmente responsables y acciones sociales hacia la comunidad.

En este contexto, uno de los primeros pasos será la medición de la huella de carbono en eventos institucionales. Esta herramienta permite cuantificar la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que se emiten directa o indirectamente a la atmósfera como consecuencia de distintas actividades. El dato obtenido, expresado en toneladas equivalentes de dióxido de carbono, servirá como punto de partida para evaluar el impacto ambiental de las actividades universitarias y buscar oportunidades de mejora.

“Es un primer diagnóstico que permitirá conocer cuál es el impacto actual de la Universidad en términos de emisiones. A partir de allí, se podrán diseñar acciones concretas para reducir esa huella y avanzar hacia un modelo de gestión ambiental más eficiente”, destacaron.

¿Cómo se mide? 

La huella de carbono se calcula a partir del registro de variables relacionadas con los consumos energéticos, el uso de combustibles, la alimentación y los residuos generados en cada actividad. Estos datos se ingresan en una herramienta —una especie de calculadora de huella— que permite cuantificar el impacto ambiental de manera concreta.

La participación de toda la comunidad es clave: cuantos más datos se reúnan, más precisa será la medición.

¿Por qué es importante que las instituciones midan su huella de carbono?

Medir la huella de carbono permite a las instituciones liderar con el ejemplo, generando conciencia en estudiantes, docentes y la comunidad. Como referentes sociales, las universidades y otras entidades de peso pueden tener un impacto significativo en la formulación de políticas públicas, mostrando con hechos cómo es posible implementar estrategias efectivas para mitigar el cambio climático.

Promover la sostenibilidad es también una forma de reforzar el compromiso colectivo con el futuro. La medición del impacto ambiental invita a asumir una responsabilidad sobre los consumos y a fomentar una cultura de conciencia sostenible.

Más sobre INSIGNIA

INSIGNIA es un grupo de profesionales comprometidos con liderar un cambio de paradigma en el ámbito educativo, empresarial y gubernamental. Su labor se centra en promover prácticas que disminuyan el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente y favorezcan el bienestar social y económico. Su objetivo principal es impulsar una cultura más consciente y responsable, que logre equilibrar el éxito económico con el cuidado del planeta y el bienestar de la sociedad.

A través de su equipo especializado en sostenibilidad, INSIGNIA ofrece asesoramiento, consultoría, capacitaciones y mentoring a empresas del sector privado, así como a organismos gubernamentales y educativos a nivel municipal, provincial y nacional.

Con esta iniciativa, la Universidad Maza continúa su camino hacia la sustentabilidad, alineando su gestión con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y fomentando una cultura institucional comprometida con el impacto ambiental y social de sus acciones.