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4 de junio de 2025

Falleció Violeta Miguetto, la gran reina nacional que representó a Lavalle

  •   Por El Despertador
           

Hoy despedimos con profunda admiración a Violeta Marina Miguetto, nuestra querida Violeta I, Reina Nacional de la Vendimia por Lavalle quien falleció ayer a las edad de 84 años. Para recordarla, compartimos esta entrevista publicada originalmente en el periódico El Despertador de Lavalle en el año 2004, donde ella misma repasaba su historia, sus emociones y su compromiso con la tierra y la gente que amó hasta el último día.

Violeta I, una reina con alma de canto

Tenía apenas 17 años cuando fue convocada por el CICLES Club Lavalle para representarlo en la elección del centro departamental. Aquella fiesta, que aún vive en su memoria con colores y emociones intensas, se realizó justamente en ese club. Violeta recuerda con nitidez a sus primos alentándola con carteles con su nombre: los Argentini —Alfredo, Carlos, Guillermo, Graciela, Elena (a quien todos llamaban cariñosamente Pelucha) y Tita. También estuvieron presentes sus tíos, sus padrinos del alma: Catalina Salsa y Evangelista Argentini.

El canto siempre fue parte esencial de su vida. Había un tema que la marcaba, quizás por el nombre, quizás por la emoción que despertaba: Violeta Imperiales. Y cuando se convirtió en Reina Departamental no dudó: cantó Desde el alma, de Rosita Melo, con la convicción de quien se expresa desde lo más hondo de su ser. Admiradora de Lolita Torres, Violeta combinaba la dulzura del canto con la firmeza de una presencia que dejaba huella.

Estar con ella era una experiencia singular. Su manera de recordar, de hablar, de reflexionar, tenía algo de mágico. Fue una reina con mayúsculas, no solo por su título, sino por su calidez, su trato y su inteligencia.

Pasada la emoción de la elección departamental, llegó el gran desafío: representar a Lavalle en la Fiesta Nacional de la Vendimia. Ese año, la fiesta coincidió con la Feria de las Américas, y el escenario fue el Autódromo General San Martín, en el corazón del Parque General San Martín.

Violeta Miguetto, (la tercera de derecha a izquierda) junto a reinas departamentales mandato cumplido

Violeta recordaba con un brillo especial en sus ojos aquel escenario engalanado con banderas de todos los países. En lo alto, el trono esperaba a la nueva reina y su corte. La emoción subía, el tono de su voz cambiaba al recordarlo, con un aire de melancolía y alegría entrelazadas.

Su padre, que siempre la acompañaba, le dijo en ese entonces:

—Violeta, en la Vía Blanca la gente te aplaudió mucho, pero en el Carrusel… en el Carrusel gritaban tu nombre, y gritaban ¡Lavalle, Lavalle!

Ella también lo sintió así:

—Escuchaba a la gente, sus buenos deseos, sus voces de aliento y, por sobre todo, su cariño.

Pero faltaba el veredicto. El del jurado. Porque si bien el pueblo ya la había elegido en su corazón, muchos dudaban. Dudaban de que una joven del norte, de un departamento humilde y olvidado por los gobernantes de turno —como ella misma reflexionaba, «cosa que aún hoy, 50 años después, sigue pasando»— pudiera alzarse con el máximo título.

Y entonces llegó el momento. El locutor tomó el micrófono.

El silencio se volvió espeso.

—La nueva Reina Nacional de la Vendimia es…

—¡La reina de Lavalle, Violeta Marina Miguetto… Violeta I!

La respuesta del pueblo fue inmediata: aplausos, bombas de estruendo, fuegos artificiales, pañuelos al aire, el «Canto a Mendoza» a todo volumen, y una Lavalle entera feliz. Porque esa noche, en el corazón del Parque, Lavalle no fue un rincón olvidado: fue el alma misma de Mendoza.

Recuerdos que no se apagan

“Recuerdo el regreso a Lavalle en un micro viejo”, decía Violeta con una sonrisa. “Guardo una foto. Fue realmente emocionante”. Aquel recibimiento fue una caricia al alma. El CICLES Club Lavalle le obsequió una hermosa medalla de oro, uno de sus más preciados recuerdos. Hubo regalos, homenajes y abrazos. Inolvidables. Todo gracias a Lavalle.

Violeta también fue invitada a distintos lugares como embajadora del vino y de la mujer lavallina. Viajó a Buenos Aires, donde tenía prevista una audiencia con el presidente Juan Domingo Perón, que lamentablemente no pudo concretarse. Otro de sus viajes la llevó a Cruz del Eje, Córdoba, a participar en la Fiesta Nacional del Olivo.

En 2004, cuando ofreció esta entrevista, seguía vinculada al mundo vendimial como parte de la CORENAVE (Comisión de Reinas Nacionales Vendimiales). Con orgullo decía:

“Creemos que la Reina Nacional de la Vendimia debe conocer el trabajo del agricultor, del viñatero, del bodeguero, y de todo lo que atañe a la agricultura. Debe estar informada culturalmente, y preparada para actuar en todos los ámbitos donde su investidura lo proponga. Debe ser respetuosa, puntual y, por sobre todas las cosas, sencilla.”

Y concluía con humildad y emoción:

“Soy simplemente un ama de casa que les desea mucha suerte. Que recuerden que Dios no se olvida de la gente buena y trabajadora, como es la gente de Lavalle. Nos vemos en la próxima fiesta departamental.”


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