Luego de que se viralizara gracias a pocos medios, entre ellos Mdz, El Despertador y radios del Sur, debido al blindaje mediático local, el superintendente de Irrigación, Sergio Marinelli, firmó la resolución por la cual bajó su propio salario y el de sus 27 funcionarios.

La medida, haciendo un cálculo estimativo, podría traer un ahorro anual de más de 10 millones de pesos, pero la pregunta que buscamos responder en esta nota es adónde irán.
Mediante la resolución 732, el pasado 2 de julio el principal del DGI bajó sus honorarios mensuales de 238 mil a algo más de 195 mil pesos colocándose un 2% más abajo que el del gobernador. Asímismo, como los salarios de sus funcionarios de mayor jerarquía están atados al suyo, también bajaron. Esto, estimativamente hablando, produciría un ahorro mensual a los regantes de 94 mil pesos.
En este caso el diálogo fue con Gustavo Cabrera, director de recaudación del organismo para conocer en qué se destinarían estos montos.
“Del total del presupuesto de Irrigación, un 45% es para sueldos, lo que hemos estado viendo es que para poder financiar la partida presupuestaria para financiar los sueldos de todo el año va a ser insuficiente. Por lo que este ahorro…va a reforzar la partida presupuestaria para los sueldos de todo el personal…”
ED: Pero al armar un presupuesto anual ya se contempla un estimativo de inflación, entonces ya estaba prevista
GC: “No en su totalidad, y estamos viendo que va a hacer falta reforzar la partida de personal…
ED: ¿Está diciendo que la inflación es más alta de lo que previó el organismo?
GC: Sí, lo que pasa es que si nosotros hubiéramos tomado la inflación que estaba prevista por todos lados, el aumento en las cuotas de riego para los regantes hubiera sido mayor. Nosotros hemos aumentado un promedio de 35% cuando la expectativa de inflación ronda entre 40 y 50%.
El funcionario agregó que el canon de agua “si bien no es demasiado alto comparado con la estructura de costos que tiene un agricultor” no deseaban subirle tanto los aranceles. Frente a esto, se lo puso en conocimiento de que, al menos en Lavalle, hay productores a los que se les hace muy difícil o hasta imposible pagar esos costos no “demasiado altos” y se le consultó si este ahorro podría utilizarse para mitigar dichos cánones para esos casos.
“Diez millones es el 1% de nuestro presupuesto, nosotros invertimos (en obras y adquisiciones) 300 millones, 10 millones serían una o dos obras…no sería correcto bajarle los cánones a los productores de Lavalle, o de San Rafael…no sería aplicarlo a una zona…si hay un ahorro presupuestario, como el de los dos últimos años, se va a seguir destinando a la compra de maquinarias…”
ED: ¿Se produjo un ahorro pese al descomunal aumento de 60 mil a 238 mil en el sueldo del superintendente?
GC: “Sí, y ese ahorro ha ido directamente al regante, casualmente el mayor equipamiento ha quedado en el Río Mendoza, y la zona de Lavalle es donde más se trabaja con maquinarias apoyando las inspecciones de cauces y demás. Es decir que, indirectamente se vuelca al regante el ahorro”.
Para concluir, Cabrera ratificó que el ahorro por la baja en los cuantiosos ingresos de funcionarios se utilizaría para reforzar salarios, “y a lo que haga falta para brindar el servicio al regante, no está estudiado en definitiva, las partidas presupuestarias ya están estipuladas desde principio de año” .
Si bien probablemente sea cierto que 10 millones no tienen un gran impacto de forma directa en reducción de cánones para la totalidad de productores mendocinos; indudablemente deben existir otras miles de ideas más útiles que reforzar no sólo una estructura presupuestaria, sino tal vez, una estructura ideológica que beneficia a los que más tienen desde hace más de un siglo.