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19 de mayo de 2024

Atentado con aire familiar

  •   Por Carlos Almenara
           

El miércoles 15 de mayo el primer ministro eslovaco Robert Fico celebraba una reunión de gabinete en la ciudad de Handlova. Se acercó a saludar partidarios y de entre ellos apareció Juraj Cintula quien sacó una pistola y disparó cinco veces contra el mandatario. Fico sigue hospitalizado, superó una primera cirugía, está consciente, fuera de peligro vital pero grave.

En este video puede verse el ataque:

https://www.youtube.com/watch?v=4EeLhbP3F3c

El agresor confesó su culpabilidad. “Es un atentado con motivaciones políticas” sostuvo el gobierno eslovaco pocas horas después de producirse. Las mismas parecen bastante evidentes por el activismo del atacante. Por las primeras informaciones el principal factor alegado por Cintula sería la oposición de Fico a mandar armas a Ucrania.

Robert Fico es una “rara avis” en un contexto europeo de altísima rusofobia y censura a medios o periodistas que discrepen con el discurso oficial de Bruselas. Además del conocido caso de Julian Assange, seguramente la injusticia con mayor valor simbólico del ataque de las potencias occidentales a la libertad de expresión, en la propia Unión Europea hay decenas vulneraciones a la prensa. Desde ya, la censura a los medios rusos, que se extiende a redes sociales y la presión formal e informal a periodistas que no recitan el guion oficial. El caso más evidente de confabulación contra la libertad de expresión lo representa el periodista español Pablo González, preso en Polonia hace más de dos años. González, un periodista con trayectoria y reconocimiento, fue acusado de manera absolutamente irregular por el gobierno polaco de ser “espía ruso”. Por supuesto, no han comprobado la acusación pero González sigue preso, mientras Pedro Sánchez, que debería bregar por la libertad de un súbdito hispano se hace el distraído y sólo realiza declaraciones de compromiso al respecto.

Cintula es presentado como un “lobo solitario”. Cuando un atentado con tantos intereses detrás es relatado de este modo queda una gran sospecha. Medios rusos hacen un racconto de las misteriosas muertes de políticos europeos que no siguieron la narrativa rusófoba en los últimos años. Lo cierto es que hasta ahora no se ha probado que las redes militantes del agresor u otros grupos participaran.

El gobierno eslovaco presentó el caso de un modo muy sugestivo: “el país está al borde de la guerra civil” dijo el ministro del interior Matus Sutaj Estok. Culpan a los medios de comunicación masiva de generar un clima de odio, textualmente, “la información mediática que tuvo disponible provocó esta reacción”. El propio Fico declaró hace cerca de un mes que si continuaba el clima social podrían atentar contra su vida. Inició una disputa con la propia televisión pública que para el gobierno promovía estos discursos de odio.

¿Te suena esta descripción? ¿Viste algo parecido en algún lado?

Por supuesto, no hay que hacer ningún esfuerzo para compararlo con lo que ocurre en Argentina. El atentado contra Cristina Fernández de Kirchner tiene un evidente parecido.

La teoría política y la doctrina jurídica occidental, en buena medida mundializada, están preparadas para enfrentar el Leviatán hobbesiano cuando la amenaza proviene del Estado, pero ¿qué pasa cuando las corporaciones tienen más poder que el Estado y pueden atacar los derechos consagrados constitucionalmente?

Es lo que ocurre con los medios hegemónicos de comunicación social en Argentina. A nivel nacional, el grupo Clarín, pero si hacemos zoom en cada distrito encontramos comportamientos mafiosos de los medios masivos que tergiversan, ocultan, manipulan y como resultado prostituyen la democracia y contaminan la vida social.

La situación se pone aún peor cuando esas corporaciones establecen una alianza estratégica con la administración del Estado. Se convierten entonces, literalmente aunque suene fuerte, en una fuerza terrorista estatal y paraestatal. Es la situación argentina.

Sólo para recorrer algunas urgencias: censura a Telesur en una agresión a sus audiencias argentinas no a la señal, cierre de Télam, privatización de los medios públicos, amenazas del presidente de hacer quebrar a Perfil y burlas a Jorge Fontevecchia, descalificaciones a C5N, la degradación que suponen las declaraciones de Milei de “periodistas ensobrados” siendo que él es, si no el único, el primer apuntado por los sobres, más aún cuando se observa el blindaje mediático que tiene. La semana pasada el periodista Santiago Cúneo acusó directamente a Milei de censura previa de su programa que no salió al aire en A 24. Este caso muestra la confabulación de la que hablamos: gobierno-empresa para atacar la libertad de expresión y de prensa.

La denuncia de Cúneo se puede ver en este link: https://www.youtube.com/watch?v=Fg2ZveiaIOQ

Cuando hablamos de comunicación social no discutimos sobre lo que hacen periodistas profesionales ni sobre fuentes de trabajo ni sobre inversiones ni negocios, más importante que todo eso, que también está involucrado, hablamos de los modos de construcción del lazo social. Por eso es un problema político de primer orden. Tan de primer orden que los partidos políticos han renunciado a tratarlo. Sólo queda en el pueblo y sus organizaciones libres construir un orden en cuyo seno nadie pueda instar la muerte ni el escarnio del prójimo desde una pantalla.

 

 

 

 


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