Se acerca el fin del ciclo lectivo y una vez más surgen las polémicas por las dificultades para conseguir banco para el inicio de secundaria. Mientras tanto, hay incertidumbre sobre la terminación de las nuevas aulas.

Crecimiento de la demanda escolar

El 13 de diciembre, según el calendario de la Dirección General de Escuelas, terminan las clases de los estudiantes para todos los niveles y modalidades. Pero también marca la cuenta regresiva para cientos de niños que iniciarán sus estudios secundarios en 2025, el tema es que no todos contarían a la fecha con una institución asignada.

Descontento de las familias que quedan afuera en las primeras instancias

En el camino, se manifiestan los ya comunes enojos de padres que arguyen “acomodos” dentro del sistema de asignación de bancos.
Sólo a modo ilustrativo comentamos el caso de Pamela Gisell Araya, mamá de un niño que cursa su séptimo año en la escuela Nº 1-661 Presidente Juan Domingo Perón.

Su hijo, según relata, cuenta con un promedio 10 y es escolta. Pero, además, reside en el barrio Santa Cecilia, a doscientos metros de la escuela Alicia Moreu de Justo (que articula con la mencionada primeria).

Sin embargo, para sorpresa de Pamela el menor no obtuvo su banco en esta escuela secundaria, sino que le ofrecen opciones en Salvatierra, Sguazzini o Costa de Araujo. Es decir, opciones entre 10 y 24km de su domicilio.

La queda de esta mamá, según afirma, es también la de otros padres. En su caso, afirma no comprender el criterio usado por la DGE, dado que por articulación; por promedio y por cercanía debería haber tenido prioridad en el establecimiento de banco.

Desde la dirección sólo se remitieron a sugerirle que envíe una nota a la supervisión, pero sobre esto Pamela comenta: “para eso tengo que ir hasta el barrio UJEMVI de Las Heras, yo tengo un bebé con discapacidad y tengo que usar el transporte público, ¿por qué tengo que estar haciendo todos estos trámites siendo que no tengo con quién dejar al bebé y, por la tarde tiene las terapias?”

Esta mamá explicó, además, que las opciones en otros distritos complicarían por demás su vida dado que, si bien el padre de sus hijos está presente en sus vidas ellos no conviven y el hombre trabaja de mañana. Por lo que la angustia enviar al mayor solo “a distritos que ni nosotros conocemos”.
“Somos varios los papás que estamos en esta misma situación y que hemos llamado a la D.G.E.” explica la entrevista, y afirma no comprender los criterios usados desde Provincia.

Intentamos comunicarnos con la directora municipal de Educación, Teresa Cabezas, para conocer cómo se acompañan casos semejantes al relatado en la coordinación con la Provincia.
Lamentablemente, a diferencia de como ocurría con gestiones anteriores, no hubo respuesta a los intentos de El Despertador por contactar a la funcionaria.

Los criterios para la asignación de bancos

Según el memorándum 2024-125-E de la Dirección General de Escuelas existen tres instancias con respecto a la asignación de lugares en las escuelas.

En la primera instancia se da un cupo específico para dar prioridad a los siguientes grupos de estudiantes (en el orden enlistdo):
– Hermanos de niños ya asistentes
– Estudiantes con C.U.D. (Certificado Único de Discapacidad)
– Estudiantes de edificio compartido
– Estudiantes de edificios escolares cercanos (radio 300 mts.
– Estudiantes de los Núcleos de Articulación del Plan Provincial de Articulación
– Estudiantes abanderados y escoltas titulares (con 10% de reserva asegurada)

En el mismo documento, en la página 2 dice: “se establecerá el rango de 1 kilómetro de distancia desde el domicilio del estudiante hasta la escuela secundaria como parámetro para considerar la cercanía en casos que deba aplicarse este criterio. Determinar el rango de cercanía a una escuela para asegurar la asistencia de los estudiantes a clases es fundamental. Para dar cumplimiento a este aspecto, cada escuela tendrá en cuenta el mapa de georreferenciación institucional. Este orden de prioridad se utiliza cuando la cantidad de estudiantes que solicitan banco supera el número de vacantes existentes en cada instancia”.

Y en la sexta página dice: “En el caso de que los preinscriptos superen la cantidad de vacantes existentes los responsables del proceso de inscripción deberán ordenar dentro de cada prioridad a los estudiantes preinscritos de acuerdo con el criterio de cercanía del domicilio, declarado en GEM. Se tendrá en cuenta la distancia a la Escuela Secundaria, considerando de menor a mayor distancia, según el mapa georreferenciado institucional”.
Entendiendo esto, el caso de Araya y otros padres genera un cierto desconcierto que, evidentemente deberá resolver la supervisión en las dos instancias siguientes según el cronograma educativo.

La hipótesis del desborde

La explicación más clara de por qué se dan incongruencias como la relatada es por la altísima demanda escolar que año a año se agrava por dos razones: incremento poblacional y falta de inversión pública en la creación de más establecimientos educativos.

La última escuela secundaria creada en Lavalle fue inaugurada en 2012 y es la 4-254 de San Miguel de los Sauces.

Han pasado 14 años desde entonces y, en paralelo, entre 2010 y 2022 la población lavallina se incrementó 29% con unas 10.710 personas.

Esto explicaría, en principio, el desborde actual y por qué, los cupos reservados para cada instancia de la asignación de banco no son suficientes y surgen incongruencias en la distribución por orden de prioridad.

¿Qué pasa con la “nueva escuela”?

Desde el año pasado que este medio sigue de cerca la tan ansiada creación de un nuevo establecimiento educativo para el Departamento.

Sin embargo, lo que empezó hablándose en las mesas políticas como “nueva escuela” terminó siendo la creación de un “aula satélite” de la demandadísima secundaria Alicia Moreu de Justo contando cuatro aulas que serían “escalables” a ocho en algún momento de indefinida fecha.

Las primeras aulas serían dos para primero y dos para segundo año, los más demandados.

El espacio educativo estará ubicado en el barrio Malvinas Argentinas (ex Reconstruir) en la intersección de la ruta provincial 34 y Marcelo T. Alvear.

Sobre esto consultamos a Danilo Darol, secretario municipal de Infraestructura, quien expresó el pasado viernes que “en diez días empezamos con las obras de terraplén, conexión de luz, agua y gas”.

Esta es la parte a la que se había comprometido el Municipio para acelerar los trámites de construcción y durará unos quince días según el funcionario.

Al consultarle con respecto a la parte que le corresponde a la D.G.E. (las aulas, dirección y baños en sí), Darol comentó que desconocía cómo seguía ese trámite.

Sólo se remitió a informar que el organismo conducido por Tadeo García Zalazar ya presentó el proyecto final, pero no estaba al tanto si ya habían llamado a licitación.

Cuando se le consultó sobre las posibilidades de que esté disponible para el nuevo ciclo lectivo dada la problemática de bancos dijo: “eso no lo sé porque no depende de nosotros, pero quizás sí se pueda porque es construcción modular. No puedo afirmarlo porque no depende de nosotros…pero sé que hay dificultades con los bancos porque tenemos compañeros en la municipalidad con hijos en esa situación”.

En síntesis, en unas dos semanas la Provincia podría empezar a edificar las tan necesarias nuevas aulas.

No obstante, las preguntas que surgen son: ¿lo hará? ¿estará listo para el inicio del próximo ciclo? ¿será suficiente para paliar la demanda actual? ¿cuándo se harán las otras cuatro aulas?
Preguntas que, procuraremos, pueda responder la Dirección General de Escuelas en una próxima nota.

¡Al fin la encontramos! Aunque no cómo creíamos. Dónde estará la escuela secundaria en Lavalle

Una escuela, dos escuelas, ¿ninguna escuela para Lavalle?