Alguna vez llegaron a ser más de cien elaboradores en Lavalle. Hoy con un staff mucho menor, los elaboradores enrolados en la Asociación de Vino Casero apuestan a la comercialización y a la promoción.
Gustavo Rivero es uno de ellos y también es el vicepresidente de la misma, que está desde el comienzo.
Cuando hablamos de vino casero en el departamento, ya no hablamos de la consideración que se tenía años atrás, cuando muchos consideraban que era de muy mala calidad. Y como dice Gustavo, la Asociación ha sido una herramienta importante.
“Antes nadie sabía que existíamos e incluso ha cambiado hasta la imagen del vino casero. Al principio teníamos que luchar con gente que decía que eran vinagres, de mala calidad. Esa imagen ha cambiado, porque también han mejorado los métodos de elaboración. A veces se juzga a todos los vinos por la experiencia con uno. ¿Quién no ha tomado algún vino de bodega que no sea malo?, y por eso no podés decir que todos los vinos de bodega son malos, con los caseros pasa lo mismo”.
“En estos años pudimos conseguir maquinaria que la hemos usado en común. Arrancamos con dos moledoras, después conseguimos 4 moledoras más, había 2 tapadoras, conseguimos también 4 más, también prensa, llenadoras. Lo último que conseguimos fue un filtro, todo de uso compartido”, señala.
Eso posibilitó mejorar la calidad de los vinos en el departamento que eran tradición en Lavalle, pero estaba claro que con una dispar calidad. La adquisición de estos elementos, junto al trabajo en conjunto con el Estado, fue haciendo que el mismo creciera en estándares.
Gustavo Rivero, sostiene que esto ha sido y es muy importante y aclaró, que “es una herramienta que también usan elaboradores que no son socios”.
Los Seminarios
Allá por el año 2009 nació el Primer seminario nacional de vinos caseros, que proyectó a Lavalle en el escenario nacional, pero aparte lo posicionó como una verdadera capital del vino casero en el país.
La consigna en su momento fue unificar criterios que permitiesen mantener alta la calidad del vino casero, para posicionarlo en el mercado argentino como un producto diferenciado.
En el año 2018 nació el primer seminario internacional de vinos caseros y artesanales. En ese sentido, Gustavo afirma: “los seminarios han servido mucho porque nos han permitido intercambiar experiencias, y también incluso porque nos ha permitido ser una herramienta para hacernos escuchar y que se conociera el trabajo que hacemos”.
Es importante destacar que los elaboradores se han capacitado mucho en elaboración, aunque admiten que han quedado cortos en cómo venderlo y promocionarlo. En ese sentido, Gustavo reflexiona: “en otros lugares están más avanzados en ese esquema de comercialización”.
Cantidad y variedad
En relación a la cantidad de vino que hoy se produce, el INV permite que los elaboradores produzcan hasta 12.000 litros, lo que parece ser una cantidad razonable, para un esquema de este tipo. En principio eran hasta 4000 litros, pero después la normativa cambió. Sin embargo, lo que nunca pudo modificarse fue la imposibilidad de colocarle la variedad en las etiquetas. Gustavo reflexionó que se debería lograr colocar la variedad en la etiqueta y mencionó algunas consideraciones al respecto.
El problema de la comercialización
En el año 2013 se aprobó una ordenanza en el departamento para que los comercios puedan tener en sus góndolas, vinos caseros. Y algunos comercios comenzaron a adoptar la norma, colocando algunos de ellos hasta un anaquel de productos lavallinos. Sin embargo, no fueron todos.
El problema de comercialización es un problema grande admite Gustavo. “Que podamos hacer 12000 litros, no significa que lo hagamos, de hecho este año no alcancé a elaborar 3000 litros.
Evidentemente, es complejo vender el producto, porque las herramientas de promoción y comercialización son un punto débil”
¿Se puede vivir de esto?
Gustavo sostuvo que “nadie vive de esto en general, en el norte sí hay gente que vive de esto, pero acá no. Tal vez si uno se pone a vender mejor, y promocionar el producto, pueda, pero en general no”.
Esto significa que los que lo hacen, lo hacen por tradición, gusto, vocación, y una entrada extra que en algunos casos es importante, y ponderó significativamente, que la Asociación se conformara como una importante herramienta de organización del sector.
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