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26 de mayo de 2021

Lavalle perdió 813 hectáreas cultivadas de vid en la última década

  •   Por Franco D´Amelio
           

¿A qué se debe la pérdida de vides en los últimos tiempos en Lavalle? Aquí algunas ideas

Así lo revela el Informe anual de superficie 2020 del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Según las autoridades municipales la migración de cultivos en búsqueda de mayor rentabilidad y -en menor medida- la urbanización serían las principales causas de la pérdida.

Según el documento del INV en 2010 el terruño lavallino contaba con 13.914 hectáreas de vid mientras que en diciembre del año pasado eran, 13.101. Una variación del 5,8%.
Cabe mencionar que Lavalle representa el 90,11% de las hectáreas cultivadas de la zona norte (compartida con Las Heras).

El fenómeno parece ser una tendencia en el territorio mendocino, ya que en el mismo periodo estudiado la provincia perdió 2982 hectáreas, esto es 1,9% menos. Paradójicamente otras que no son tan típicamente vitivinícolas crecieron: “Chubut 335% con +67 ha, Jujuy 274% con +30 ha, Misiones 239% con +13 ha, Buenos Aires 176% con +95 ha y Entre Ríos 145% con +34 ha.” destaca el INV.

El director de Desarrollo Económico lavallino, Juan Jaime, explicó que existen tres grandes fenómenos que se observan entrono a las superficies de vid en el departamento.
Jaime explicó que el principal factor que reduce las hectáreas de uva cultivada es “…hay una migración a otro tipo de cultivo, se han ido levantando viñedos a la horticultura o pastales…esto se da por una cuestión de rentabilidad, porque con la producción hortícola se da la posibilidad de tener por lo menos dos cultivos, dos cosechas al año, mientras que en la vitivinícola todo se concentra en una sola temporada.
Esto es crucial cuando se ve la posibilidad de granizo, es más factible volver a plantar en la horticultura, ni habar con los pastizales que prácticamente no son afectados por esa inclemencia”.
Por otro lado, Jaime también mencionó que, si bien la producción frutihortícola ha tenido fluctuaciones en los precios de mercado en la última década, otorga un mayor grado de previsibilidad para el productor que la uva.
Otro dato no menor es la posesión de la tierra. El funcionario municipal asevera que en los últimos años “muchos productores chicos han ido desapareciendo y esas tierras han ido pasando a productores más grandes. Se produce una concentración de unidades productivas en menos cantidad de productores”.

Esto parece ser una tendencia provincial, ya que como lo indica el informe antes mencionado del INVI, “la tendencia indica que las propiedades son cada vez más grandes. El tamaño medio del viñedo en el año 1990 era de 7,3 ha, en el año 2000 de 8,8 ha, en 2010 de 9,4 ha y en el año 2020 de 9,9 ha.”

Él explica que esto favorece que se generen oligopolios en el manejo de la tierra y si bien no produce grandes variaciones en los precios de mercado, sí existe una mayor rentabilidad en los productores grandes que en los pequeños.

“Al tener mayores hectáreas cultivadas, el productor tiene la posibilidad de hacer incorporaciones tecnológicas que aumentan su rentabilidad, mientras que los pequeños productores, aquellos que tienen menos de 5 hectáreas no.

Por ejemplo, ¿un pequeño productor necesita un tractor? Sí, pero por la cantidad de superficie cultivada no amerita hacer una inversión tan grande, entonces debe alquilarlo y esos son montos que también afectan su rentabilidad.

En tanto con los más grandes sí se justifica y además tienen mayores garantías para acceder a créditos para la innovación productiva”.
Sobre este punto, se le consultó a Jaime qué posibilidades había dentro del sistema estatal para poder brindarle ayudas a estos pequeños productores. Él mencionó el Fondo para la Transformación y el Crecimiento, aunque reconoció que no siempre los productores más chicos cumplían con los requisitos necesarios para poder acceder a dichos créditos.

En tanto, aseguró que se están gestando nuevas herramientas en vías al Plan 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU al cual adhiere la Argentina, pero nada específico aun.

El director de Desarrollo Económico de Lavalle mencionó un tercer factor entorno a la pérdida de hectáreas de uva en Lavalle: si bien ha habido un avance de la urbanización sobre las zonas cultivadas, no lo relaciono como un factor tan relevante como los otros dos”.

Mendoza representa el 70,4% y Lavalle el 6,09% de la producción vitivinícola del país respectivamente. Si bien puede parecer que nuestro departamento produce poco, comparativamente representa más una cuarta parte de lo que produce toda la provincia de San Juan (la segunda después de la nuestra) y casi lo mismo que La Rioja, Salta y Catamarca juntas, que serían los tres puestos siguientes en el ranking nacional.

En el lote de la pérdida

Lavalle, junto a Junín, San Rafael, Maipú y Rivadavia, se encuentran en el lote de departamentos que han ido perdiendo vides a manos de otras producciones como mencionábamos anteriormente, mientras que Tunuyán, Tupungato, San Carlos y Luján de Cuyo, recuperaron tierras para plantación de vid.

 


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