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21 de marzo de 2023

El debate que el papelón del Chaqueño instaló en Lavalle

  •   Por Juan Burba
           

La presentación del Chaqueño Palavecino el fin de semana pasado en el Festival de Cosechador desató una serie de polémicas en nuestro departamento. Con repercusiones provinciales y hasta nacionales. Y abre un debate que subyace en el ámbito artístico, y que quienes somos público deberíamos asumir.

Era la tercera vez que el artista salteño se presentaba en Gustavo André, aunque las otras oportunidades lo hizo de manera decorosa. Esta vez se subió al escenario 2 horas más tarde de los acordado, y en un dudoso estado. “Le faltaste el respeto a la gente que te contrató y al pueblo de Lavalle … subiste borracho al escenario, no se te entendía nada de lo que cantabas y hablabas … una vergüenza, que se entere toda Argentina del horrible espectáculo que diste” publicó un vecino de Costa de Araujo en su muro de Facebook, una de las publicaciones en redes más compartidas y comentadas.

Otra que se despachó con el artista fue la conductora televisiva Laura Rez Masud, quien animó el festival junto a los locales Alberto “Cacho” Montenegro y María Rosa Gómez. En sus historias de Instagram, indignada, aseguró que «apareció en escena a las 2 y media de la mañana, cuando estaba previsto que él llegara al predio a las 12 y media y se subiera a cantar ante más de 10 mil personas que lo estaban esperando desde muy temprano«, y agregó detalles sobre lo que llevó al artista referente del folklore argentino a retrasarse dos horas: «parece que no estaba en condiciones«, lanzó, mientras hacía señas con su mano sugiriendo que el Chaqueño había estado bebiendo «yo estoy enojada y con bronca porque sé lo que trabaja la gente del festival durante todo un año, pensando en el artista«, remató.

En una forzada defensa la conductora porteña Karina Mazzocco en su programa “A la tarde” (América) aseguró haber hablado con el artista quien le aclaró que estaba cansado y mal de la voz, y no borracho, aunque admitió que había subido tarde al escenario, argumentando que no le pagaron lo correspondiente. La conductora invitó al artista para “defender su buen nombre y honor” en su programa, pero el músico declinó la invitación. ¿El que calla otorga?.

Por su parte, la Comisión del Festival pidió disculpas en un escueto comunicado: “Queremos disculparnos públicamente con la gente que nos visitó anoche. Desde la organización se hizo todo lo que estaba a nuestro alcance para que todo saliera como se había coordinado y organizado. Hay situaciones que son ajenas a nuestra comisión”.

Hasta la página de humor Chapanay City se hizo eco del asunto publicando la letra de una parodia de Amor Salvaje, uno de los temas más difundidos de Palavecino, bajo el título Alcohol Salvaje.

Pero … ¿que debate nos sugiere lo sucedido?

Creemos que el tema no tiene tanto que ver con el lamentable espectáculo que puede dar un artista subiendo mal y tarde al escenario, si no con un profundo debate sobre qué tipo de artistas se deben subir a nuestros escenarios y por qué.

Y quien comenzó a dar en el clavo en este asunto es el crédito local José Alberto “Cacho” Montenegro quien también en sus redes publicó algunos pareceres. “Mal el nuevo error imperdonable de un ídolo, el Chaqueño” comenzó, y continuó “pero acordarse de que los cuyanos hicieron un espectáculo perfecto” y a continuación nombró a casi una decena de artistas sanjuaninos, puntanos, mendocinos y lavallinos, y concluyó “no por uno olvidemos lo bueno”.

Según pudimos averiguar, traerlo al Chaqueño a Lavalle costó la friolera de 8 millones de pesos. Gran parte de ese presupuesto fue aportado por la comuna (calculamos que entre el 70 y el 80%), ya que con lo que recaudado por las entradas no se podría pagar semejante monto, considerando que el festival tiene infinidad de gastos. Entonces, ¿por que se traen estos artistas de “talla nacional” cuando ni siquiera es un buen negocio para quien organiza el espectáculo?. Algunos dirán de que es la forma de que nuestro departamento “suene en todo el país”. ¿Y los artistas de nuestro terruño?.

Y andá que una banda de acá quiera cobrar $ 80.000 o $100.000 en el festival … en fin” publicó indignado un músico lavallino junto a la foto del “Chaqueño”. Por esto mismo es que salimos a buscar la opinión de un artista independiente de Lavalle que la rema todos los días.

Pablo Luján es cantautor, tiene su propio repertorio solista, y actualmente compone la banda Munay. Otrora fue guitarra y voz de Ariscos. Conversamos con él respecto de lo sucedido.

El Despertador: ¿Qué opinión tenés sobre lo que pasó con el Chaqueño?

Pablo Luján: como artista local he participado muchas veces de este hermoso festival, desde que tenía 18 años y se celebraba en el club de Gustavo André. Siempre he visto mucha gente trabajando, y se que la mayoría lo hace de corazón, sé que esta gente es la que posibilita en parte que se pueda llevar adelante la gran coordinación necesaria en la previa, durante el espectáculo y post evento, pero en lugar de ir contra los organizadores del festival y aprovechar un descuido para nada saludable de un gran artista quisiera utilizar la oportunidad para reflexionar sobre estos encuentros.

ED: ¿Cómo es eso?

PL: Mirá, la Fiesta del Cosechador es un momento cumbre de la ilusión de los habitantes trabajadores y trabajadoras de la tierra, que sostienen y dan vida a las comunidades rurales desde el principio de la historia en el departamento. Si uno pensara en la humildad, en el esfuerzo y en el deseo enorme de poder celebrar con las familias y amigos un par de noches de festival, encuentro relación directa con lo que siempre sucede entre el mercado y los productores.

ED: ¿Te referís a quien sale ganando?

PL: Quiero decir que el beneficio, sobre todo económico, termina llevándoselo alguien de afuera, un tercero, que al posicionarse mejor en el mercado puede disponer de los recursos a los que de manera colectiva se accede. La desigualdad económica existe y se sostiene porque nos han metido en la cabeza que «es así» y «tiene que seguir así» como si esa fórmula diera beneficios generales, lo que termina ampliando una brecha generacional en el pensamiento de cómo se hacen las cosas. Tiene que dejar de verse como competencia la celebración popular, es algo que tarde o temprano se desmorona y afecta a todo el conjunto, organizadores, artistas y público, como sucedió esta semana

ED: Entonces vos ves que por “levantar la espuma” con artistas de afuera se menosprecia a los nuestros…

PL: Algo así, fijate que en Lavalle existen varios festivales que acceden a fondos millonarios para el despliegue y desarrollo del evento, o sea que hay financiamiento, pero lo que sucede es que la luces encandilan con semejante poder y lo que debería ser una fiesta para el departamento se convierte en un reniegue de poca concurrencia o poca difusión, mal clima o mala fecha, y así. Y esta competencia desciende al ambiente artístico porque las bandas cobran más o menos, dependiendo de la relación con el ente organizador tienen más o menos difusión o tiempo en escena y no juega la trayectoria o costos de traslado. Entonces, volviendo al ejemplo de la gente que trabaja la tierra, si no es reconocido el precio de la uva o el tacho en la cosecha y existen vinos que cuestan el salario de uno o varios cosechadores, tampoco van a reconocer o equiparar el trabajo de artistas independientes que venimos apostando e invirtiendo en el arte y la cultura del departamento desde siempre.

ED: ¿Y cuál es la salida?

PL: Es tiempo de ser distintos y cambiar la dirección, mostrar respeto a la gente que vive y trabaja aquí, el Festival del Cosechador, o cualquiera de los festivales de nuestro departamento, son nuestra casa y nadie debe faltar el respeto a la dignidad de un pueblo que ve pasar y escucha las grandes sumas de dinero, mientras se acomoda el cinto después de darse un gusto para seguir poniendo el cuerpo el resto del año. El pueblo y los que toman decisiones tenemos que apoyar los eventos locales, los emprendimientos nuevos de personas cercanas, la gente más humilde puede alegrarnos la vida cuando canta o cuando baila y encontrarnos con esa emoción de ver triunfar nuestros artistas en los grandes escenarios locales.

ED: Y Lavalle tiene con qué…

PL: ¡Claro compadre!, vivimos en un departamento dotado de grandes talentos por fuera de las propagandas mediáticas de los medios hegemónicos con gran difusión, que hacen lo que hacen para su beneficio y su propio interés, está el ejemplo con un Chaqueño en mal estado, sin poder dar un show acorde a lo que se vendió o se esperaba.

ED: Gracias por el rato y tu opinión comprometida, Pablo…

PL: Gracias a ustedes, para terminar quisiera dejar un saludo a todos los artistas que sí hicieron una buena presentación cumpliendo con su contrato y teniendo que salvar la noche, ojalá llegue el día en que se piense en «ser mejores» y no en «ser el mejor».


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